Una gran sorpresa se llevaron los dueños de una gata en Eastern Cape, Sudáfrica, quien dio a luz a tres gatitos la semana pasada, pero uno de ellos parecía tener dos cabezas.
Tras observarlo de cerca, notaron que en realidad la gatita, más tarde llamada Bettie Bee, en realidad tenía dos narices, dos bocas y tres ojos: una condición congénita muy rara llamada duplicación craneofacial.
Esta condición duplica ciertos rasgos faciales en el útero y si bien la gatita estaba saludable, sus dos bocas dificultaban la lactancia, así que se dieron cuenta de que debían encontrar quien le diera cuidados especiales.
Fue entonces cuando encontraron una rescatadora local con experiencia en la crianza de gatos con necesidades especiales que estaba dispuesta a acogerla de inmediato.
“Ella nació el 12 de diciembre y fui a buscarla a la mañana siguiente”, le dijo al sitio de variedades, The Dodo, la rescatadora de Bettie Bee, que desea permanecer en el anonimato.
Asimismo, indicó que “la llevé al veterinario ese día y su primera opinión fue sacrificarla. Pero ella era, en un día de edad entonces, muy luchadora. Queríamos darle una oportunidad. Y ella ha estado prosperando”.
Ahora, con una semana de vida, la pequeña felina no tardó en robarle el corazón a su salvadora, y está haciendo lo mismo con todos los que la ven en las redes sociales.
Su nueva dueña estaba tan atosigada con mensajes y solicitudes de amistad sobre Bettie Bee que decidió crear una página de fans para ella, donde las actualizaciones seguirán apareciendo a medida que la gatita crezca.
Aunque tuvo problemas para amamantar de forma natural, está bien alimentada con sonda e inesperadamente puede comer a través de su boca. Ambos llegan hasta su estómago, por lo que no ha tenido ningún problema para satisfacer su hambre.
Si bien la condición de Bettie Bee es bastante rara, también se ha visto en cerdos, vacas e incluso en humanos. Algunos animales afectados por este rasgo mueren antes o justo después del nacimiento, mientras que otros continúan viviendo vidas felices y sanas.
A pesar de las probabilidades, la rescatista de Bettie Bee confía en que la pequeña gata crecerá fuerte y saludable. “Es increíble, todavía la miro y no puedo creer que sea real”, dijo.
“La tomo día a día y espero que continúe prosperando y que esté conmigo y con mi esposo por muchos años. Es maravilloso ver cuánta gente la apoya”, concluyó.