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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

En el sector privado, el aguinaldo no es obligatorio, salvo en acuerdos colectivos. La Dirección del Trabajo establece que si no está en el contrato, se puede revocar si no cumple condiciones como reiteración en el tiempo y voluntad de las partes.

De a poco nos acercamos a diciembre, y al pago del aguinaldo de Navidad para empleados públicos, pensionados y, en ocasiones, el sector privado.

Por el momento, se conoce que las personas pensionadas recibirán $29.055 este 2025, y que quienes también tengan cargas acreditadas, sumarán $16.415 por cada una de ellas.

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En el caso de los funcionarios públicos, aún no hay mucha claridad sobre los montos, ya que está sujeto a la discusión del reajuste de remuneraciones del Sector Público.

Sin embargo, quienes desempeñan un cargo en el sector privado están aún más en las sombras, considerando que la ley no exige que el aguinaldo de Navidad se pague a este grupo. Aunque hay excepciones a la regla.

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Hace algunos meses la consultora de recursos humanos, Mercer Chile, confirmó a BioBioChile que este beneficio no es obligatorio para este sector, salvo en casos de acuerdos colectivos.

“Es un pago eventual que las organizaciones pueden decidir otorgar o no. Sin embargo, si este pago está incluido en los contratos individuales o en acuerdos colectivos, se convierte en un beneficio que debe ser entregado obligatoriamente”, apuntaron.

¿Se puede revocar? De acuerdo a la Dirección del Trabajo, un beneficio no estipulado en el contrato laboral se vuelve derecho adquirido o tácito cuando cumple ciertas condiciones, como:

  • Reiteración en el tiempo.
  • Voluntad de las partes, a través de la cual el empleador y el trabajador están en conocimiento del hecho y lo aceptan sin disconformidad.
  • Cuando son materias que no estén reguladas por ley.

    • En ese sentido, si no se cumplen estos puntos, el beneficio puede revocarse, aunque puede provocar un descontento en los trabajadores.

    “Esto puede generar un riesgo considerable si se decide no pagarlo o reducirlo en el presente año. Sin embargo, la forma en que se maneje la comunicación es crucial. Es fundamental explicar con claridad las razones detrás de esta decisión para evitar un mal ambiente laboral”, argumentaron desde la consultora.