La inseminación artificial es una técnica de fertilización asistida de baja complejidad. Esta consiste en introducir espermatozoides de la pareja o un donante, previamente preparados, dentro del útero de la mujer durante su ovulación, es decir, su periodo fértil.
Según datos de la clínica IVI, su tasa de éxito es del 46,2% cuando se utiliza semen de la pareja, mientras que si se usa el de un donante, las posibilidades se incrementan hasta un 53,8%.
“Es un procedimiento completamente ambulatorio, para que las mujeres se hagan una idea, es como ir a tomarte el PAP (Papanicolaou). Uno coloca un espéculo y, a través de una cánula muy pequeñita, coloca los espermatozoides dentro del útero”, explicó a BioBioChile el médico de clínica CER, Jorge Geraldo.
Este tratamiento no incluye anestesia ni días de hospitalización. Eso sí, previo a la inseminación, la paciente debe consumir hormonas orales recetadas por su médico tratante para la estimulación ovárica que favorecerá la ovulación.
Cuidados tras una inseminación artificial
“Es un procedimiento sencillo, ambulatorio, que no debería tener mayores complicaciones”, reafirma la matrona María Paz Vergara. Tras la inseminación, se requiere un descanso breve de 15 a 30 minutos.
El obstetra Jorge Geraldo indica que “la paciente se va a su casa y con una vida absolutamente normal”.
Si bien después del tratamiento no se necesitan cuidados estrictos, la matrona enfatiza en la importancia de “favorecer un equilibrio entre la vida cotidiana y darle importancia al cuidado del cuerpo y las emociones, producto de lo que significa este procedimiento para quienes están buscando una gestación y de los cambios que se puedan generar a nivel hormonal”.
Respecto a acciones específicas, como el hacer ejercicio, los expertos recomiendan hacer actividad física moderada. “Sí, se puede hacer ejercicio. A veces, dependiendo de la estimulación que uno ocupe para el procedimiento, el ovario podría estar un poquito aumentado de tamaño, tener un poquito de molestias, como que te va a llegar la regla, dolores pélvicos, pero relativamente fáciles de llevar, por lo que relatan las pacientes. En general, no se contraindica la actividad física”, explica Geraldo.
Por su parte, la matrona especialista en fertilidad integrativa llama a evitar esfuerzos físicos intensos. “Evitar ejercicios de impacto, de rebote, esto por lo que significa el procedimiento y muchas veces producto de la estimulación ovárica recibida. Por lo tanto, una actividad física moderada que favorezca la irrigación sanguínea y la oxigenación, es importante no dejar de hacerlo”, añade.
Además, la paciente también puede tener relaciones sexuales. De hecho, se recomienda, agrega el médico.
Asimismo, es relevante seguir con el tratamiento médico indicado. “Generalmente, se da soporte de progesterona, para favorecer la fase lútea en la implantación (del esperado embrión) y si es que hay una suplementación específica, mantenerla”, explica Vergara.
Sobre la alimentación, se recomienda llevar una dieta equilibrada, rica en ácidos grasos, omega-3, evitar el alcohol, el tabaco y el exceso de cafeína.
La salud psicológica y emocional es igual de relevante. “La espera genera ansiedad, genera estrés, por lo tanto, técnicas de relajación, de respiración, mindfulness, espacios de bienestar, distraerse, salir con las amigas y en el caso de que lo requiera obviamente acompañamiento psicológico, psicoterapia, si es que ya la mantiene”, concluye María Paz Vergara.
En caso de presentar signos de alarma como dolor abdominal, sangrado, secreción anormal o fiebre, se recomienda consultar con su médico tratante o asistir a un servicio de urgencia.