Dormir es esencial para que el cuerpo recupere energías que ocupara durante las actividades diarias. Al respecto, una investigación sugiere que las personas que duermen cinco o menos horas pueden tener más posibilidades de desarrollar enfermedades crónicas.

El descanso nocturno es fundamental para la salud de las personas, más aún cuando se es mayor. En este sentido, los adultos de más de 50 años que duermen cinco o menos horas tienen mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas versus quienes lo hacen en siete horas, sostiene un nuevo estudio.

Esta conclusión fue el resultado de una investigación que llevó a cabo la Universidad de París Cité y la University College de Londres (UCL), cuyos resultados fueron publicados en la revista PLOS Medicine.

Los investigadores examinaron la relación entre el tiempo de sueño, la mortalidad y el diagnóstico de dos o más enfermedades crónicas (multimorbilidad) -como enfermedades cardíacas, cáncer o diabetes- en los últimos 25 años.

Según los resultados, los que declararon haber dormido cinco horas o menos a los 50 años tenían un 20% más de probabilidades de ser diagnosticadas de una enfermedad crónica y un 40% más de probabilidades de ser diagnosticadas de dos o más enfermedades crónicas (multimorbilidad) en los siguientes 25 años, en comparación con las personas que dormían hasta siete horas.

También descubrieron que quienes dormían cinco horas o menos a los 50 años tenían un 25% más de riesgo de mortalidad en los siguientes 25 años, debido -apunta el estudio- a que la corta duración del sueño aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas que incrementan el riesgo de muerte.

Severine Sabia, investigadora del Instituto de Epidemiología y Salud de la UCL y autora principal, advierte de que “la multimorbilidad va en aumento en los países de renta alta y más de la mitad de los adultos mayores padecen ya al menos dos enfermedades crónicas, lo que está suponiendo un gran reto para la salud pública, ya que la multimorbilidad se asocia a un elevado uso de los servicios sanitarios, las hospitalizaciones y la discapacidad”.

“A medida que las personas envejecen, sus hábitos de sueño y su estructura cambian, pero es importante dormir entre 7 y 8 horas por noche”, afirmó.

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¿Cómo evitar dormir 5 o menos horas?

Para garantizar un mejor sueño nocturno, el estudio sugiere promover una buena higiene del sueño, como asegurarse de que el dormitorio esté tranquilo, oscuro y con una temperatura agradable antes de dormir.

También aconsejan evitar los dispositivos electrónicos y las comidas abundantes antes de acostarse. En paralelo, la actividad física y la exposición a la luz durante el día también podrían favorecer un buen sueño.

Como parte del estudio, los investigadores también evaluaron si dormir nueve horas o más afectaba a la salud, pero no hallaron asociaciones claras.

Sin embargo, si a un participante ya se le había diagnosticado una enfermedad crónica, la larga duración del sueño se asociaba con un riesgo aproximadamente un 35% mayor de desarrollar otra enfermedad.

Los investigadores creen que esto podría deberse a las condiciones de salud subyacentes que afectan al sueño.

“Dormir lo suficiente permite al cuerpo descansar. Hay muchas otras formas en las que un sueño deficiente puede aumentar el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca o un accidente cerebrovascular, como el aumento de la inflamación y de la presión arterial”, explicó Jo Whitmor, enfermera especializada en cardiología de la Fundación Británica del Corazón.

“Esta investigación se suma a un conjunto cada vez mayor de estudios que ponen de relieve la importancia de dormir bien”, concluyó.

Estudio científico
Este artículo se basa en un estudio científico que puede ser sometido a nuevas pruebas para ser validado o descartado. Sus resultados NO deben considerarse concluyentes.