Bastaron solo minutos para que el nombramiento de Francisco Vidal como nuevo presidente del directorio de TVN, encendiera la arena política con críticas, malos augurios, descalificaciones, en fin, más de lo mismo.

¡TVN debe dejar de ser un espacio de disputa política!

Porque TVN es (debiese ser) un canal público al servicio de todas y todos los chilenos, y no como ocurre hace años, otro territorio en donde prima en ajedrez del poder.

Entonces, vamos de nuevo: La llegada de Francisco Vidal al directorio del canal público, debiese ser una valiosa noticia abierta. Una noticia “en desarrollo”, donde evidentemente es posible una renovación de la mirada de un canal público que lleva años con déficit programáticos, financieros y de visión.

El alma de TVN camina triste por los pasillos del histórico canal nacional

Francisco Vidal ya estuvo en el cargo en 2006 y 2007, durante el gobierno de la Presidenta Bachelet. Cuenta, por lo tanto, con experiencia y conocimiento en torno a los desafíos que ha de enfrentar.

Por otra parte, numerosas organizaciones gremiales y profesionales del audiovisual y la cultura llevamos años reflexionando sobre estos desafíos y estamos disponibles a colaborar en el fortalecimiento y renacimiento de TVN.

Porque la pantalla del “canal de todos” siguen ofreciendo una programación que no se diferencia de los canales televisivos comerciales; sus espacios de conversación e información continúan privilegiando voces de la elite y sin presencia amplia de la ciudadanía.

El entretenimiento ocupa gran parte de su programación, y los programas de ficción foránea (telenovelas y series de menor costo y fácil rating) sigue desplazando e impidiendo la otrora poderosa producción de ficción nacional.

Es posible impulsar, con sustantiva generosidad, una televisión pública que no se mire a si misma como vanguardia ensimismada, sino que encarnando el diálogo ciudadano en sus prácticas cotidianas. Con creatividad y el uso virtuoso de las nuevas tecnologías, estar al servicio vasto del nuevo Chile.

A horas de su nombramiento, Francisco Vidal tiene un enorme y precioso desafío.

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