Personal de Gendarmería detectó 87 dosis de diversas drogas -principalmente cocaína- al interior de ocho albóndigas destinadas a un privado de libertad del Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de San Antonio.
El hecho quedó al descubierto durante la mañana de este miércoles, en momentos que se revisaban las encomiendas destinadas a la población penal.
Como todos los miércoles, familiares de internos que cumplen condena en el recinto penitenciario de la ciudad llegaron hasta la unidad ubicada en calle Marina para visitarlos y entregarles encomiendas, las que en su mayoría están compuestas por artículos de aseo y alimentos.
Habitualmente, cada uno de los artículos permitidos y destinados a los internos son inspeccionados por los gendarmes encargados de estas labores. Pese a ello, en ocasiones las visitas intentan ingresar drogas u otros elementos prohibidos y que pueden significar un peligro para la población penal y/o el personal de la institución. Sin embargo, el hallazgo de esta jornada fue poco usual.
El jefe del CCP sanantonino, teniente coronel Renzo Sánchez Recabal, entregó detalles de lo ocurrido: la escena fue protagonizada por un ciudadano que llegó para visitar a un amigo. Para su respectiva revisión dejó una bolsa con diferentes artículos, entre ellos comida preparada.
“Uno de los funcionarios se percató, en una primera instancia, que en un recipiente transparente venía arroz con albóndigas caseras. Pese a que por su forma y aspecto no reflejaba nada extraño, le causó curiosidad su tamaño, por lo que procedió a partir una de ellas, encontrándose con la sorpresa de que todas las albóndigas venían rellenas con bolsas transparentes, tipo ziploc, con una sustancia de color blanco y otras rosadas y pasto verdoso”.
Más aún, “al continuar revisando la comida, en específico el arroz, y al escarbar y llegar al fondo del plato, se encontró un equipo celular con su respectivo cargador”.
El trabajo realizado por el personal de la unidad y el reforzamiento de las medidas de seguridad fue resaltado por el director regional de Gendarmería, coronel Álvaro Millanao Valenzuela. “Esto reafirma el compromiso que tenemos con la seguridad pública y con el control al interior de los establecimientos penitenciarios. Destacar la actuación del personal de la unidad penal San Antonio, que logra requisar estos elementos y que no lleguen a manos de los internos”.
Según explicó, durante las últimas semanas del año se refuerzan los controles y allanamientos en todos los recintos penales de la región, particularmente previo a las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Con todo, de acuerdo al protocolo de Gendarmería se informó al fiscal de turno del episodio, quien ordenó que fuese personal de la PDI el encargado de detener al ciudadano, quien se mantuvo en el recinto de Gendarmería.