El hospital exhibía la pieza de origen precolombino tras encontrarla en una excavación realizada durante las obras para ampliar el recinto en 1997. No obstante, nunca dieron cuenta del hallazgo al Consejo de Monumentos Nacionales.

La Policía de Investigaciones recuperó una vasija de cerámica de origen precolombino de la cultura Llolleo, considerada como Monumento Nacional, que era exhibida sin autorización en el Hospital San Juan de Dios de Los Andes.

Se trató de una diligencia a cargo de detectives de la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural (BIDEMA) de Valparaíso, quienes por orden del Ministerio Público concurrieron hasta el recinto hospitalario.

En el lugar, se confirmó que una pieza de cerámica de la cultura precolombina Llolleo era exhibida, infringiendo la ley que fiscaliza la comercialización ilegal de especies protegidas, arqueológicas o históricas.

Sobre este hallazgo se refirió el subprefecto Henrik Arguedas, jefe de la BIDEMA Valparaíso.

Vasija precolombina recuperada por la PDI
PDI

La vasija fue entregada al Museo de Arqueología de Los Andes y el Ministerio Público instruyó que se remita una orden de investigar al recinto donde se encontró esta pieza.

Vasija precolombina fue encontrada en una excavación en el hospital San José de Los Andes

Cabe indicar que el hallazgo de la pieza ocurrió en el año 1997 durante una excavación que tenía como objetivo ampliar el Hospital San José.

Sin embargo, esto no se informó de manera oportuna al Consejo de Monumentos Nacionales, permaneciendo en exhibición sin la debida autorización.

Cultura Llolleo

Según indica el Museo Chileno de Arte Precolombino, los grupos Llolleo “ocuparon la región central de Chile, entre los ríos Aconcagua y Cachapoal”.

Tal como consignan, de su origen se sabe poco, pero “comparte una serie de características culturales con la mayor parte de los grupos horticultores y alfareros del Cono Sur de América”.

“Esto hace suponer que todos formaron parte de un gran movimiento cultural ocurrido alrededor del inicio de nuestra era. Los Llolleo compartieron los valles de Chile Central con las poblaciones Bato, con quienes debieron haber tenido contactos expresados en marcadas similitudes en su acervo cultural”.

“En la cordillera interactuaron con cazadores- recolectores continuadores de la tradición Arcaica, con los cuales mantuvieron intercambios de bienes. Hacia 900 d.C., la irrupción de la cultura Aconcagua terminó abruptamente con la historia Llolleo”.

También destacan que la cerámica era de gran calidad y técnica. “Destacan las ollas monocromas con incisos en el cuello y las botellas modeladas con representaciones zoomorfas, fitomorfas y antropomorfas”.

“Son notables los rostros representados con ojos tipo grano de café, además de nariz y cejas continuas. Una de las formas más comunes que aparecen en la cultura Llolleo es el llamado jarro pato y el uso del borde reforzado, dos elementos que indican una fuerte vinculación con la zona sur de Chile, especialmente con la cultura Pitrén”, expresam.