Se trata de Rodrigo Espinoza, de 42 años, quien retorna al país desde Kiev junto a su esposa Alexandra y dos hijas de 18 y 2 años. "Ahora quiero descansar, quiero estar tranquilo", dijo.

La mañana de este lunes llegó a Santiago el primer chileno desde Ucrania.

En la terminal, Rodrigo Espinoza dio un punto de prensa y le dijo a los medios presentes que agradece el trabajo del consulado, pero que el rescate podría haberse realizado de otra manera.

“Yo le doy gracias al consulado. Sé que no tiene expertiz en estos tiempos, este tipo de problemas, pero me hubiera gustado que Chile hubiera mandado gente operativa”, dijo.

“Hay gente militar que sabe cómo actuar, porque llegaban niños”, añadió.

“Ellos trabajan en documentación (el personal diplomático), pero hay gente que está realmente capacitada, que todavía está en Chile”, complementó.

Tras ello le envió un mensaje al Gobierno: “todavía hay chilenos (en Ucrania) y quiero que les digan a todos que por favor, que los saquen a todos juntos. Necesito que mis amigos chilenos lleguen sanos y salvos”, exigió.

Con posterioridad mencionó a personas como Mario Cárdenas, Rodrigo Riveros y Daniel Navarro, quienes “necesitan el mismo apoyo que me han dado a mí”.

Primer chileno desde Ucrania viajó 50 horas a frontera polaca

Ante los medios, Rodrigo Espinoza confesó que “ahora quiero descansar, quiero estar tranquilo”.

“Salimos rápido. Teníamos un plan, pero cuando las cosas suceden rápido los planes desaparecen”, afirmó.

En su periplo de escape, el primer chileno desde Ucrania reveló que tuvo un viaje de 50 horas desde Kiev hasta la frontera de Polonia.

Allí tuvo que dejar a su gato, al que regresaron a su hogar.

“Era imposible sacarlo. Está en nuestra casa ahora, sé que están bombardeando”, lamentó.

En el diálogo, Rodrigo Espinoza también recordó que ayer estuvo de cumpleaños y que anoche la aerolínea lo saludó.

¿Cuándo se sintió a salvo?

Rodrigo Espinoza sostuvo que se sintió seguro una vez que cruzó la frontera a Polonia y vio que el personal del consulado lo esperaba.

Eso sí, continuó sintiendo miedo porque aunque estaban en otro país seguían cerca del conflicto.

“No sabíamos qué pasaba con Rusia, si iban a lanzar bombas nucleares. Cualquier ruido que sentíamos para nosotros era una bomba”, complementó.

“En Varsovia estábamos en el hotel e hicieron un simulacro de incendio. Imagínate para nosotros y toda la gente de Ucrania, pensábamos que estaban atacando Polonia”, rememoró.

El primer chileno de Ucrania tiene 42 años y retorna al país acompañado de su esposa Alexandra y dos hijas de 18 y 2 años.

Solo la más pequeña es hija en común y maneja algo de español.