El senador de la Democracia Cristiana, Francisco Huenchumilla, habló un una entrevista sobre las diferencias que dividen a los miembros de la Falange. En la oportunidad, abordó las distintas posturas por proyectos como el cuarto retiro de ahorros previsionales, el estado de excepción de la Macrozona Sur y la acusación constitucional contra el Presidente Sebastián Piñera. El parlamentario aseguró que la DC necesita ser refundada, y dejó ver una posible renuncia si se mantienen las diferencias.

Jornadas difíciles ha vivido la Democracia Cristiana estas últimas semanas. La votación de la prórroga del Estado de Excepción Constitucional en el sur, del proyecto del cuarto retiro de ahorros previcionales, en sumario sanitario contra Jorge Sabag, la acusación constitucional contra Piñerea y el apoyo a la candidata Yasna Provoste han expuesto una divergencia de fondo en la Falange.

En ese sentido, el senador Francisco Huenchumilla, en conversación con La Tercera, calificó la etapa como una fase “casi terminal”.

Respecto a las diferencias suscitadas dentro del partido por la medida que le permite al gobierno mantener militares en zonas de conflicto mapuche, el senador afirmó que siente “que son más las divergencias que las convergencias que tenemos”, en tenor a que solo él y Yasna Provoste votaron en contra de la prórroga por el Estado de Excepción Constitucional.

“Eso da cuenta de la fase crítica, por no decir terminal“, agregó el senador que aseveró que no existe “affectio societatis” (voluntad común de asociarse) y que “nos ha costado mucho ponernos de acuerdo y muchas veces no lo hemos logrado”.

Cuarto retiro y posible renuncia

Pero apuntó también a que hay diferencias “no solo por el estado de excepción, sino que también por el cuarto retiro. Es la demostración de una crisis”.

Y justamente lo anterior, es el problema en la DC según Huenchumilla. “Unos van caminando hacia el norte y otros vamos hacia el sur. No se juntan los caminos”.

“Creo que el partido tiene que refundarse. La DC tocó techo y hay que hacer un nuevo partido”. El senador dejó entrever una posible renuncia en caso de no haber una reestructuración profunda.

“No estoy para ser parte de un partido con este nivel de desorganización y divergencia y que no logra tener una conducción que nos haga ser relevantes. Tengo un mal diagnóstico”, sentenció el parlamentario.

Finalmente, a pesar de asegurar que sus dichos no son una renuncia, concluyó que “el partido está en una fase casi terminal y que, por lo tanto, tiene que hacer un esfuerzo para una modernización completa. Si no hay un cambio profundo, no voy a estar en eso. Para más de lo mismo, no estoy disponible“.