Lo brillante, la lencería, el rosado, inspiraciones muy años 1980 con una pizca ‘kitsch’ de mal gusto para llevarse por delante las convenciones: tendencias para el verano detectadas en las pasarelas de París.

El desfile de Vuitton dominó en esta Semana de la Moda de París opacada por el asalto a mano armada, el domingo, a la famosa y acaudalada ‘fashionista’ estadounidense Kim Kardashian, despojada de joyas por un monto de 9 millones de euros en una residencia de lujo.

Lo brillante

Presentada en la elegantísima Plaza Vendôme, donde Louis Vuitton se dispone a abrir una tienda en 2017, la colección diseñada para la marca por Nicolas Ghesquière está destinada a una parisina brillante y rockera.

Fluidos y asimétricos vestidos de jersey y botines tejanos integran el guardarropa de esta parisina rockera.

Louis Vuitton | Bertrand Guay | AFP
Louis Vuitton | Bertrand Guay | AFP
Bertrand Guay | AFP
Bertrand Guay | AFP

El diseñador juega con aberturas inesperadas en un vestido, una chaqueta o un impermeable que dejan ver la parte superior de un brazo, una cadera o un muslo.

Deslumbra con un pulóver dorado, un vestido con estampado de serpiente iridiscente, una chaqueta con lentejuelas.

Bertrand Guay | AFP
Bertrand Guay | AFP

Profusión de brillo también en la colección para Neith Nyer del brasileño Francisco Terra, o la de Kenzo, para la cual los ‘angelinos’ Humberto Leon y Carol Lim se inspiraron en la era del disco: tejidos brillantes como espejos, que en algunos casos adoptan formas erizadas y futuristas. Los vestidos cortos vienen cubiertos de pastillas metalizadas para salir a bailar.

La mujer Nina Ricci imaginada por Guillaume Henry cautiva con chaqueta de terciopelo brillante o un vestido con lentejuelas, en llamativa paleta de violetas y magenta.

Bertrand Guay | AFP
Bertrand Guay | AFP

Lencería

La ropa interior se exterioriza con Chanel, en conjuntos de seda y encaje, corpiños y faldas delicadas, o pantalones de pijama. La lencería también es tendencia con Nina Ricci, Giambattista Valli, y los pijamas también aparecen en varias otras pasarelas, como Lanvin o Leonard.

Chanel | Patrick Kovarik | AFP
Chanel | Patrick Kovarik | AFP
Nina Ricci | Patrick Kovarik | AFP
Nina Ricci | Patrick Kovarik | AFP

Los sostenes se exhiben con Carven, decorados con encaje. En la colección Saint Laurent de Anthony Vaccarello, las transparencias dejan ver el busto, a veces disimulado por una chaqueta de esmóquin.

Carven | Francois Guillot | AFP
Carven | Francois Guillot | AFP

Las transparencias también fueron legión en la primera colección para Dior de la italiana Maria Grazia Chiuri, recién llegada de Valentino. La ropa interior aparece visible a través de faldas de tul al estilo bailarina y los corsés también se muestran.

Dior | Francois Guillot | AFP
Dior | Francois Guillot | AFP

Con Miu Miu irrumpe la ropa playera, las batas confortables y suaves, las mallas retro y las gorras de baño floreadas.

50 sombras de rosa

Las pasarelas ven la vida en rosa: Hermès lo introduce en ropa y conjuntos utilitarios, el fucsia en vestidos de cintura alta y esmóquines.

Hermes | Patrick Kovarik | AFP
Hermes | Patrick Kovarik | AFP

El rosa también aparece en las colecciones de Valentino, Kenzo y Ellery. Con Chanel hay delicados tonos de rosa pálido o más marcado, que acompañan un guardarropa de extrema suavidad.

Kenzo | Bertrand Guay | AFP
Kenzo | Bertrand Guay | AFP
Chanel | Patrick Kovarik | AFP
Chanel | Patrick Kovarik | AFP

El otro color omnipresente es el amarillo, especialmente en Rick Owens, Dries Van Noten y Alexis Mabille.

¿Adiós al buen gusto?

En una colección sexy y muy años 1980, en la que un vestido de cuero deja ver un seno al desnudo apenas tapado por un corazoncito plateado, Anthony Vaccarello reivindica una dosis de mal gusto.

Anthony Vacarello para Saint Laurent | Bertrand Guay | AFP
Anthony Vacarello para Saint Laurent | Bertrand Guay | AFP

“Pienso que al propio Yves Saint Laurent (…) no le gustaba la idea de buen gusto”, declaró el belga a Vogue. “Se puede ser elegante si se tiene el par de zapatos o el color de labios equivocados. Un desliz en la mujer es lo que hace la elegancia, lo que trae la emoción, afirmó”.

Precisamente… ¿Por qué ponerse los dos zapatos del mismo color? Céline, marca conocida por su elegancia urbana y minimalista, preconiza usar un botín rojo y el otro blanco.

Céline | Patrick Kovarik | afp
Céline | Patrick Kovarik | afp

Phoebe Philo osa asociaciones de colores detonantes y permite el regreso estival de calzas blancas finas con sandalias.

El kitsch, con el que Demna Gvasalia adora jugar para su marca Vetements, condimenta la colección Balenciaga, de la que también es director artístico.

Pantalones elásticos que incluyen al calzado, en colores pop o estampados floridos vintage, se acompañan con chaquetas con hombros desmesurados característicos de la marca, que también propone una capa de látex con capucha.

Con Margiela, extrañas criaturas imaginadas por John Galliano desfilan con joyas de cristal en las orejas que les dan el aspecto de duendes del espacio, o anteojos de nadador, que les confieren mirada de pez.

Maison Margiela | Francois Guillot | AFP
Maison Margiela | Francois Guillot | AFP