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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Al menos 150 agentes de la Policía han resultado heridos durante una semana de protestas en Tiflis, Georgia, donde manifestantes exigen la repetición de elecciones del 26 de octubre. Grupos violentos han causado disturbios en la avenida Rustaveli, resultando en daños a infraestructuras y propiedades. El Gobierno reporta cerca de 300 detenidos y acusa a los manifestantes de sobrepasar las normas de manifestación. A pesar de la convocatoria de elecciones presidenciales para el 14 de diciembre, la oposición y la presidenta Zurabishvili insisten en la necesidad de nuevos comicios parlamentarios para resolver la crisis interna.

Las autoridades de Georgia han situado este miércoles en 150 los agentes de la Policía heridos a lo largo de la última semana de protestas en Tiflis, la capital del país, donde las fuerzas de seguridad han protagonizado enfrentamientos con manifestantes que siguen exigiendo una repetición de las elecciones celebradas el pasado 26 de octubre.

El Ministerio del Interior ha indicado en un comunicado que los agentes han resultado heridos como resultado de “acciones agresivas y destructivas por parte de grupos violentos” que han actuado en el marco de estas protestas, que vienen celebrándose en el país por sexto día consecutivo.

“Seguimos investigando los actos perpetrados por grupos violentos que han participado y hecho llamamiento públicos a este tipo de agresiones“, ha indicado el Ministerio en un comunicado en el que ha señalado que la mayoría de las protestas se han concentrado en la avenida Rustaveli del centro de Tiflis desde el pasado 28 de noviembre, cerca de la sede del Parlamento.

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“Se han propasado las normas establecidas sobre el derecho a manifestarse y estas protestas han adquirido un carácter violento, que persiste hasta la fecha”, recoge el documento.

“Se han registrado heridos de diversa gravedad, así como daños a infraestructuras y propiedades”, afirma el Gobierno, que estima que la cifra de detenidos asciende ya a cerca de 300.

Las manifestaciones continúan a medida que el primer ministro, Irakli Kobajidze, se enfrenta a la oposición y la presidenta, Salomé Zurabishvili, que insisten por su parte en que las instituciones han sido “secuestradas” desde los comicios y reivindican que se celebre un nuevo proceso electoral que dé salida a la crisis interna.

No obstante, el Parlamento ya ha aprobado la convocatoria de las elecciones presidenciales, que tendrán lugar el 14 de diciembre y pondrán fin al mandato de Zurabishvili como jefa de Estado, a pesar de que la propia presidenta ha recalcado que no abandonará el cargo hasta que se repitan las parlamentarias y el país vuelva a la senda de la integración europea.