Rusia acusó a Estados Unidos de emprender una "guerra económica de facto" contra su país, luego que el presidente Biden anunciara la prohibición de importar petróleo y gas ruso. El vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, aseguró que su país seguirá siendo un "garante de la seguridad energética y sus valores" y criticó duramente la acción de EEUU, adoptada tras la invasión en territorio ucraniano.

El vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, acusó este miércoles al Gobierno de Estados Unidos de iniciar una “guerra económica de facto” contra su país por la invasión a Ucrania.

Esto, en respuesta a las palabras de la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos de EEUU, Victoria Nuland, quien señaló que el objetivo de Washington es lograr la “derrota estratégica de Putin”.

“Estados Unidos, por supuesto, ha declarado una guerra económica contra Rusia. De facto, es así”, aseguró Peskov en declaraciones recogidas por la agencia de noticias TASS.

En relación con la situación de los mercados energéticos, expresó que Rusia “analizará la situación ahora que Estados Unidos ha decidido vetar la importación de gas y petróleo, y actuará en su propio beneficio”.

“Se protegerán los intereses rusos y se hará todo lo posible para alcanzar este fin”, agregó el portavoz del gobierno ruso. En ese sentido, afirmó que “Rusia seguirá siendo un garante de la seguridad energética y sus valores”.

Rusia desconfía de muertes contabilizadas por la ONU

Por otra parte, puso en tela de juicio los datos de la ONU sobre la cifra de víctimas civiles causadas por las hostilidades en Ucrania, que según la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUR) ascienden a 1.335.

“Resulta muy difícil formarse un cuadro completo de las bajas potenciales ahora que la operación especial sigue su curso y muchas ciudades están bloqueadas, con todos esos batallones nacionalistas que impiden la salida de civiles”, manifestó.

Sobre las negociaciones, defendió que Rusia está interesada en llevar a cabo lo antes posible nuevas rondas de conversaciones con el gobierno de Zelenski.

El Kremlin también aprovechó la ocasión para advertir contra el uso por parte del Ejército ucraniano de bases aéreas de terceros países. Peskov calificó esta situación como “indeseable y potencialmente peligroso”.