Incertidumbre ha generado en la comunidad de migrantes y defensores de sus derechos en Estados Unidos (EEUU), la decisión de la Corte Suprema estadounidense de fallar a favor del presidente Donald Trump y permitir la revocación del ‘parole humanitario’ -una protección legal temporal- a más de medio millón de extranjeros en situación irregular, procedentes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití.
El dictamen representa “la mayor deslegalización de este tipo en la era moderna” de EEUU, declaró este viernes en un comunicado Karen Tumlin, directora de Justice Action Center, consigna EFE.
“La Corte Suprema ha permitido que la Administración Trump desate un caos generalizado, no solo para nuestros clientes y los miembros de la demanda colectiva, sino también para sus familias, sus lugares de trabajo y sus comunidades”, criticó la activista.
En tanto, Guerline Jozef, directora ejecutiva de Haitian Bridge Alliance, argumentó que la población afectada, la mayoría residente del sur de Florida, ha hecho todo lo que el Gobierno estadounidense les ha exigido. Incluso, destacó que entraron de legalmente al país con un permiso de estancia para unos dos años.
Cabe precisar que en febrero, las organizaciones Justice Action Center y Human Rights First presentaron una demanda colectiva, en nombre de los beneficiarios del programa conocido como CHNV y sus patrocinadores, junto con la organización Haitian Bridge Alliance, para impedir que se concretara la decisión de Trump de poner fin dicho beneficio.
Suprema de EEUU y un fallo que da “dos opciones insostenibles” a migrantes
El dictamen termina, por ahora, con un ‘mecanismo legal’ utilizado por migrantes para poder estar bajo una ‘libertad condicional humanitaria’ en EEUU. Así, los extranjeros de países bajo crisis políticas o de guerras (como los mencionados anteriormente), podían ingresar al país norteamericano y adquirir un permiso o autorización de trabajo de manera rápida, siempre bajo el amparo de un empleador privado que se hiciera responsable de ellos, según The New York Times.
Tras la resolución de hoy, queda sin efecto el fallo de una jueza federal de Massachusetts, que consideraba que la Casa Blanca no podía anular el “parole humanitario” sin antes analizar cada caso (del más de medio millón de migrantes).
Una de las dos juezas del máximo tribunal de justicia de EEUU que estuvieron en desacuerdo con la decisión emitida hoy por la corte, Ketanji Brown Jackson, dijo que “el tribunal literalmente ha hecho una chapuza -trabajo mal hecho, sin esmero- con su dictamen hoy”.
“(La Corte Suprema) no exige prácticamente nada al Gobierno en cuanto a daños irreparables. Y subestima las devastadoras consecuencias de permitir que el Gobierno trastoque precipitadamente la vida y el sustento de casi medio millón de extranjeros mientras sus demandas legales siguen pendientes”, cuestionó la magistrada.
Por ello, advirtió que estos migrantes ahora deberán encarar “dos opciones insostenibles”: o abandonar EEUU y enfrentar “peligros en sus países de origen”, o quedarse “y arriesgarse a una expulsión inminente a manos de agentes del Gobierno, con las graves consecuencias que ello conlleva”.
Cabe señalar que el fallo emitido esta jornada por la Corte Suprema es temporal dado que su litigio legal deberá seguir en un tribunal federal de Massachusetts. No obstante, el Gobierno de Trump aplaudió el dictamen e informó que reanudará “las expulsiones” de los inmigrantes amparados con el ‘parole humanitario’.
“Será un retorno necesario a políticas sensatas, a la seguridad pública y a la idea de Estados Unidos Primero”, dijo en un comunicado la subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Tricia McLaughlin.
¿Qué significa o qué impacto puede tener esta medida para Chile y Latinoamérica?
Para Froilán Ramos Rodríguez, doctor y académico de la Facultad de Comunicación, Historia y Ciencias Sociales de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), la decisión de la Corte Suprema podría ser un cambio respecto a cómo ve Estados Unidos a “países en riesgo” como Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití.
“La nueva medida significaría que, eventualmente, la Administración Trump ya no considera a esos Estados como peligrosos para sus ciudadanos, y podría abrir la posibilidad para negociar de forma directa con estos regímenes autoritarios“, menciona a BioBioChile.
Ello “deja en una situación de vulnerabilidad a miles de personas migrantes, que entraron legalmente a los EEUU, por tanto, no presentaban antecedentes penales, y el despojo de la protección las expone al discurso de criminalización de los inmigrantes”, lamenta.
“Esto también genera distintas percepciones desde América Latina, en las que las sociedades observan con más preocupación la actitud de la Administración Trump hacia la región, y, a su vez, sirve para alimentar las retóricas antiestadounidense de algunos sectores políticos de extrema izquierda”, como ocurre con Venezuela, añade.
En ese sentido, el académico comenta que desde Chile la medida puede tener varias miradas, “debido a la presencia de más de un millón y medio de personas nacidas en el extranjero en Chile. Esto puede conllevar a que la sociedad chilena siga con atención el asunto en EEUU”.
“Por una parte, algunos podrían pensar que la deportación de más de 500.000 personas desde EEUU podría representar que, muchas de estas personas, consideren a Chile como una alternativa secundaria“, afirma.
No obstante, explica que “esto debe verse con cuidado debido a que se trata de otro perfil de migrantes, que ya tuvieron una experiencia previa en el país norteamericano. Y, por otro lado, la opción de Chile como país atractivo regional para migrantes ha disminuido“.
Entre ellas, que “la política antinmigración de la Administración Trump puede ser vista como una legitimación tácita o modelo para algunos sectores políticos radicales en un intento de emular la retórica y medida” en Chile, resalta, más considerando que “este 2025 es un año electoral en el país”.
De la mano con lo anterior, “nada de lo que sucede en el mundo globalizado de hoy resulta ajeno, más aún, cuando la autopercepción puede significar ver a la Administración Trump como un referente”, agrega.
“Por último, también hay otra lectura, más general y global, y se trata del tiempo de cambio en el orden internacional que se está viviendo: entre un EEUU que cierra la posibilidad visas de estudios para estudiantes extranjeros, obviamente incluidos los chilenos, y la creciente influencia china en todos los ámbitos. Por esto, Chile se encuentra observa el escenario en transformación y en la búsqueda de una proyección comercial en el futuro cercano”, sostiene.
Otro triunfo, por ahora, de Trump contra migrantes en EEUU
Hace poco más de una semana, el máximo tribunal estadounidense ya había autorizado a la Administración Trump revocar la protección a cerca de 350.000 migrantes venezolanos, programa conocido como Estatus de Protección Temporal (TPS) para dichos extranjeros.
“El permiso humanitario y el TPS son dos mecanismos diferentes mediante los cuales los migrantes de países en conflicto pueden establecerse temporalmente en Estados Unidos”, explica NYT.
El primero usualmente se consigue a través solicitudes individuales, mientras que el segundo se extiende con mayor frecuencia a grupos grandes de migrantes por un período determinado. “Se pueden obtener ambos estatus simultáneamente”, precisa el citado medio.
Cabe precisar que el ‘parole humanitario’ fue extendido en enero de 2023 por el entonces presidente Joe Biden (2021-2025), buscando facilitar la inmigración legal de ciudadanos de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití, de cuyas nacionalidades se registraba la mayor concurrencia de personas irregulares que arribaban a la frontera sur con México para ingresar a EEUU.