Donald Trump recibió un inédito revés: la cámara baja votó la anulación del veto presidencial al proyecto de ley de defensa, preparando el escenario para que el Senado haga lo propio en los últimos días de mandato del republicano.La medida fue votada una vez por 212 demócratas y una mayoría de republicanos, 109 legisladores.

El plan de 740.000 millones de dólares fue aprobado a principios de diciembre e incluye aumentos salariales para el personal militar. Trump había bloqueado el plan en protesta, entre otras cosas, contra el cambio de nombre de las bases militares a generales segregacionistas.

El presupuesto de defensa volverá al Senado donde es casi seguro que se apruebe de nuevo, gracias a un voto bipartidista. Esta sería la primera vez que el Congreso ha anulado un veto del 45º Presidente de los EE.UU. de esta manera. También sería la primera vez en cuatro años que algunos republicanos se atreven a desafiar la voluntad presidencial.

El resultado es un poco menos seguro para la ayuda financiera a los estadounidenses en dificultades. La Cámara de Representantes votó una medida independiente a favor de los cheques de 2 mil dólares, como pidió Donald Trump.

Aunque los republicanos de la Cámara se han unido finalmente a los esfuerzos de los demócratas, no está claro si el proyecto de ley será aprobado por la mayoría republicana en el Senado.

Un fin de mandato caótico

Trump amenazó reiteradamente con no ratificar el plan de alivio contra el covid y los gastos presupuestales generales que habían sido negociados por su propio secretario del Tesoro y que recibieron un amplio apoyo de los dos partidos en el Congreso.

La inesperada actitud del presidente dejó a Estados Unidos al borde de cerrar el gobierno federal desde el martes y de privar a millones de personas de ayuda para afrontar los perjuicios económicos de la pandemia.

Finalmente el domingo dio marcha atrás y en la noche estampó su firma en su residencia de descanso de Mar-a-Lago, en Florida, sin cámaras de televisión.

Pero en un intento por salvar la cara, Trump emitió una declaración en la que volvió a protestar por las elecciones de noviembre en las que fue derrotado y, a la vez, alegó que había conseguido varias concesiones en la ley de alivio económico.

Entre los pedidos de Trump estaba que el pago directo a los estadounidenses más afectados subiera de 600 a 2.000 dólares. Y la Cámara aprobó el lunes esa moción aunque es probable que la misma encuentre resistencias por parte de los republicanos en el Senado.

El presidente electo, Joe Biden, consultado sobre si estaba a favor de aumentar los pagos a 2.000 dólares, dijo que “sí”.

Biden, quien hizo unas declaraciones luego de recibir un informe de su equipo de transición sobre seguridad nacional, también dijo que los nombramientos de carácter político en el Pentágono -que Trump ha llenado de aliados después de las elecciones- le han impedido tener una “imagen clara” de las tropas y el presupuesto.

Y advirtió que, por ello, adversarios de Estados Unidos podrían intentar aprovechar la transición a su favor.

“Es hora de terminar con esta oscura payasada”

El episodio con el paquete de alivio económico mostró el grado de aislamiento en que está Trump mientras insiste en protestar en Twitter por su derrota electoral.

En una señal de su menguante influencia, el diario New York Post, propiedad de Rupert Murdoch, uno de los más fervientes partidarios de Trump, publicó un editorial el domingo por la noche pidiéndole que “detenga la locura” y admita que perdió las elecciones.

“Señor presidente, es hora de terminar con esta oscura payasada”, dijo el diario. “Entendemos, señor presidente, que está enojado por haber perdido. Pero sería ruinoso seguir en este camino”, continuó.

“Si insiste en gastar sus últimos días en el cargo incendiando todo, será recordado por eso”.