Harvey se fortaleció aún más el viernes por la noche a un peligroso huracán de categoría 4, unas horas antes de su llegada prevista al estado de Texas, portando una amenaza inédita sobre la costa de Estados Unidos desde Katrina en 2005.

De acuerdo con el último reporte del Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami, Harvey avanzaba con vientos de 215 km/h, que “se extendían por el centro de la costa de Texas”.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, pidió al presidente Donald Trump declarar catástrofe natural en el estado, ante el “gran desastre” que podría provocar la tormenta, cuyo ojo se espera toque tierra entre la noche del viernes y la mañana del sábado.

La medida, que permitiría desbloquear fondos federales antes de que Harvey, considerado un “huracán mayor” por la Casa Blanca, toque las costas de Texas, está siendo considerada por Trump, informó Tom Bossert, su asesor de seguridad interna.

“No cometamos los mismos errores que Bush con Katrina”, le pidió el senador republicano Chuck Grassley a Trump, “la falta de previsión por parte del gobierno federal en 2005, cuando el huracán Katrina, todavía está en el recuerdo de todo el mundo”, añadió.

Katrina causó graves inundaciones y se cobró la vida de 1.800 personas, cuando azotó al estado de Nueva Orleans.

Mientras tanto, Abbott desplegó a mil funcionarios de la guardia nacional de Texas para hacer frente a la contingencia.

Inundaciones devastadoras

Cientos de miles de habitantes de la costa del Golfo de Estados Unidos fueron llamados a abandonar sus hogares.

Se teme que el huracán produzca inundaciones “devastadoras y amenazantes para la vida” en un área en la cual las refinerías procesan siete millones de barriles de petróleo al día.

A las 23H00 GMT, Harvey avanzaba a 8 km/h y se encontraba a 70 kilómetros de Corpus Christi, que será la primera ciudad en su trayectoria.

Los servicios de emergencia están de pie de guerra en la ciudad de 300.000 habitantes, mientras que las autoridades están preocupadas por los vecinos que se empeñan en permanecer en sus hogares, incluso arriesgando sus vidas.

La Guardia Costera de Estados Unidos aseguró que ha rescatado por aire a doce personas de Corpus Christi, una ciudad ubicada sobre el Golfo de México y donde 26.000 habitantes ya perdieron el servicio de electricidad, según AEG Texas.

“Siempre hay gente que se quiere quedar, es su decisión, pero tienen que entender que se tendrán que quedar ahí hasta que pase la tormenta si necesitan ayuda”, dijo Matt Sebesta, un funcionario del condado de Brazoria, cerca de Houston.

“Vete ahora”

“Ve, vete ahora”, dijo de su lado Patrick Ríos, alcalde de la pequeña ciudad de Rockport. Si el 60% de sus ciudadanos se retira, aconseja a los que están renuentes a que se “marquen el número de Seguro Social en su brazo indeleblemente” para que puedan ser identificados en caso de muerte.

“Texas está a punto de padecer un desastre muy importante”, dijo a CNN Brock Long, director de la agencia federal de gestión de emergencias (FEMA). “La ventana de evacuación se está cerrando rápidamente”, advirtió.

Corpus Christi, que concentra la mayoría de las refinerías de Texas, ordenó la evacuación voluntaria, mientras las evacuaciones fueron obligatorias en los poblados costeros de Port Aransas y Aransas Pass.

Sin embargo, muchos residentes decidieron enfrentar a Harvey. En Corpus Christi, las personas empacaban bolsas de arena para proteger sus casas de inundación.

Funcionarios de Houston, ciudad que también está en la trayectoria proyectada de la tormenta, dispusieron el cierre de las escuelas hasta el lunes.

Centro petrolero

“Se esperan inundaciones catastróficas en porciones del sur y sureste de Texas”, advirtió el NHC.

Long, el jefe de la FEMA, dijo que el peligro mayor es la marejada, que puede subir entre 1,8 y 3,7 metros sobre el nivel regular del mar en las zonas más afectadas de la costa de Texas.

Con un tercio de la capacidad de refinación petrolera del país bajo amenaza, varias compañías energéticas evacuaron a su personal de las plataformas de petróleo y gas en el corazón de lo que se llama “the Refinery Row”, o corredor de refinerías.

De acuerdo a la Oficina de Seguridad y Medio Ambiente, una plataforma de perforación petrolera en el Golfo de México fue evacuada, así como otras 39 plataformas que trabajan con personal a bordo. Éstas representan 9,5%% de la producción petrolera y 14,7% de la producción de gas natural en el Golfo.

En la vecina Luisiana la tormenta azotará durante varios días y puede afectar seriamente a Nueva Orleans, que con su sistema de diques es propensa a las inundaciones. El gobernador John Bel Edwards dijo que habló con el presidente Donald Trump, quien le “ofreció todo su apoyo”.

El gobernador emitió una declaración de emergencia para todo el estado y se alistaron cientos de botes para emprender posibles rescates, así como medio millón de bolsas de arena para combatir las inundaciones.