Más de 900 funcionarios del Poder Judicial en Nicaragua han sido despedidos en una purga impulsada por Rosario Murillo, esposa de Daniel Ortega.

El pasado 24 de octubre la presidenta de la Corta Suprema del país centroamericano, Alba Luz Ramos, fue removida de su cargo, siendo desalojada de su oficina en el tribunal.

De acuerdo al medio El País, su destitución fue ordenada por Murillo, primera dama del país centroamericano que se ha convertido en “el poder detrás del trono”.

La salida forzada de Ramos lidera una masiva ola de despidos en el sistema judicial nicaragüense que ha afectado a 900 funcionarios de todos los niveles, incluyendo magistrados, conserjes y choferes.

Para situarnos en contexto, la cifra representa casi al 10% del personal total del ente judicial.

Si bien Murillo se encarga de la administración diaria del poder, desde 2018 ha ido asumiendo mayor control en otros ámbitos, incluyendo la Policía Nacional.

El País consigna que desde hace años diversas investigaciones han demostrado que Alba Luz había llenado el Poder Judicial con familiares y cercanos. Sin embargo, todos han terminado fuera por orden de Murillo.

“Ella ha venido ganando poder, eso es indudable. Creo que Daniel Ortega tiene cierto cansancio por su edad, por su enfermedad y cada vez ha ido delegando más poder en Rosario”, sostiene una fuente ligada al gobierno.

La “podadora” incluso afectó al propio primogénito de Órtega, Camilo Ortega Herrera, hijo que tuvo con la exguerrillera Leticia Herrera, quien fue destituido como director de la División de Informática Registral del Poder Judicial.

Rosario Murillo junto a Daniel Ortega
Rosario Murillo junto a Daniel Ortega | France 24

Otra fuente cercana a la cúpula sandinista señaló al citado medio que en el caso de Alba Luz, su pésima relación con la primera dama le jugó en contra.

“Munca han tenido una buena relación”, dice, agregando que la vicepresidenta aprovechó el nepotismo de Alba Luz para removerla. Lo llamativo es que la jurista despedida es cercana a Ortega.

“En las reuniones entre Presidencia y los cuatro poderes del Estado que se hacían una vez al mes, la Alba Luz era de las pocas, o la única funcionaria, que no se quedaba callada”, afirmó la fuente.

“Contradecía algunos disparates que la Rosario quería hacer en la Corte. La Alba Luz siempre ha tenido su carácter y eso ha chocado con la Rosario, que no le gusta que le lleven la contraria”, añadió.

Crisis política y social

Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde las protestas de 2018, acentuada luego que Ortega y su esposa fueran reelegidos en 2021 en unas elecciones ampliamente cuestionadas por el encarcelamiento de varios opositores.

Tal como detalla Agencia EFE, el Gobierno de Ortega anunció en noviembre de 2021 su salida de la OEA luego que la 51 Asamblea General del organismo aprobara una resolución en la que consideraba que los mencionados comicios “no fueron libres ni justos”.

En marzo de 2022, el entonces embajador de Nicaragua ante la OEA, Arturo McFields, se reveló contra su propio Gobierno y denunció ante el consejo permanente del organismo la “dictadura” de Ortega.