En el Festival de Viña de Mar no sólo se celebraban las noches de presentaciones de artistas en el escenario de la Quinta Vergara, dado que la semana también estaba cargada de espectáculos mediáticos durante el día, donde destacaba un tradicional y controvertido rito: el “piscinazo”.

Era un número obligado tras la obtención de la corona de la Reina de Viña, donde artistas, actrices, animadoras o participantes del mundo de la televisión competían para ser la figura del año del Festival.

Aunque el chapuzón no es tan antiguo como la elección de la soberana del evento. Sin ir más lejos, el certamen tuvo su primera versión en 1960 y la elección de la Reina data de 1982, a cargo de Raffaella Carrá, aunque en esos tiempos el concepto de “piscinazo” no existía.

Cabe destacar que si bien la cantante es la primera Reina oficial, algunos atribuyen este título a María Graciela Gómez, quien en 1979 cautivó a los espectadores con su simpatía y llevó a algunos a usar dicho término para referirse a ella.

Más tarde otras artistas como Xuxa y Celia Cruz obtuvieron la corona, aunque, al avanzar las ediciones del Festival de Viña, la figura de la Reina pasó de ser más cercana a las artistas invitadas o animadoras del evento a ser una disputa entre las figuras de turno del espectáculo y los medios de comunicación.

No fue hasta 19 años después, en el año 2001, cuando se instauró la tradición, donde la elegida para el título se lanza la piscina del Hotel O’Higgins frente a la prensa acreditada del evento.

En la ocasión la actriz y cantante Natalia Oreiro, en medio de la euforia del momento, realizó el primer “piscinazo” de Viña, aunque muy distinto a los posteriores, dado que la uruguaya estaba usando un traje de dos piezas y no tuvo temor a mojarlo lanzándose a la piscina.

Luego de eso, las mujeres elegidas como Reinas del Festival realizaban su presentación en bikini, con la tendencia de elegir piezas cada vez más pequeñas y osadas a través del paso de los años.

Una de ellas fue la modelo argentina Luciana Salazar, quien en 2005 se lanzó a la piscina con un bikini que conmemoraba tanto la bandera chilena como la trasandina. La bailarina había realizado un topless días atrás en el hotel Neruda Mar de Reñaca para anunciar su candidatura, y se estableció la idea que las Reinas exhibieran cada vez más su cuerpo.

Luciana Salazar | AFP

Al año siguiente la animadora Tonka Tomicic fue elegida bajo el slogan “100% natural” y se lanzó a la piscina con un trikini.

Si bien en 2011 la panelista de Así Somos Andrea Dellacasa sorprendió con un atuendo compuesto por brillos que cubrían su cuerpo, fue el “piscinazo” de 2014 que marcó un antes y un después en el evento. La actriz Sigrid Alegría dejó el traje de baño y llegó hasta la piscina completamente desnuda y usando sólo la corona en su cabeza, luciendo la moda de los cuerpos pintados.

Al año siguiente la modelo Jhendelyn Núñez replicó la idea, apareciendo con pequeñas piedras brillantes que dejaban poco a la imaginación.

En 2016 la modelo Nicole Moreno, mejor conocida como Luli optó por la temática de pétalos de flores, que fueron tanto parte de su atuendo como decoración en el agua de la piscina.

Dejando de lado la exhibición de diminutos vestuarios, en los últimos años el “piscinazo” también pasó a ser un espacio de protesta.

En 2017 un grupo de pobladores del campamento “Felipe Camiroaga” llegó en representación de 900 familias que no tenían acceso a agua potable y luz, con el objetivo de expresar su malestar a la alcaldesa Virginia Reginato. Por dicha razón el chapuzón de la entonces Reina Kika Silva fue suspendido y realizado al día siguiente. Al año siguiente también se lanzó a la piscina, a modo de replicar el fallido momento.

Francisco Flores | Agencia Uno

En 2018, se repitió la historia con una protesta, esta vez por parte de la Coordinadora de Estudiantes Secundarios de Valparaíso, cuyos representantes irrumpieron para expresarse en oposición a eliminar las asignaturas de Filosofía y Ciencias Naturales de la malla curricular.

Cristián Opazo | Agencia UNO

En paralelo, hasta ese momento la figura femenina era la única protagonista del reinado, cuando en 2018 cuando se optó por añadir un Rey para acompañar a la elegida. Ese año Betsy Camino y Matías Vega fueron coronados, instaurando un “piscinazo” en pareja.

Un año después los reyes fueron Chantal Gayoso y Hernán Arcil. En 2020 fue el turno de Rosita Piulats y Matías Falcón, quienes protagonizaron el último “piscinazo” del certamen, edición que estuvo marcada por las constantes protestas ocurridas en esas fechas en la “Ciudad Jardín” en el contexto del estallido social.