A seis meses de la polémica y comentada transmisión online de Paulina Rubio donde olvidó letras y se dejó ver en un deplorable estado, la cantante mexicana explicó la trastienda de aquel bochornoso día y desmintió los rumores sobre su adicción a las drogas.

En abril pasado, mediante un Instagram Live, Rubio no sólo tuvo problemas para interpretar en vivo su repertorio musical: también se mostró irascible y errática frente a sus fans.

“Me uno a esta causa: yo, me quedo en causa”, comentó Rubio sobre la campaña “Yo me quedo en casa”, en uno de sus errores más comentados. Luego, le envió un mensaje a Thalía, por años su “rival” en la industria azteca. “Le mando un beso a Thalía, mi compañera, de toda la vida”, dijo.

Esta semana, mediante un video en Instagram, la cantante se refirió a su controversial actuar ese día, al que definió como uno de los peores de su vida.

“Me tomé este tiempo para reflexionar, para ser mi mejor versión. Primero por mis hijos, después por mí, por mi familia y la gente que me quiere. Soy responsable de todo lo que ha pasado”, dijo Rubio, quien desde aquella transmisión se alejó paulatinamente de la redes sociales.

Sobre esa noche de abril, agregó: “Soy un ser humano y meto la pata y la riego y, de verdad, aprendo de mis errores. Lo que empezó como un concierto en vivo, para hacer una iniciativa para poner mi granito de arena fue uno de los peores días de mi vida. Fue desastroso y aprendí de ello”.

En la secuencia, la azteca se mostró emocionada, pero aclaró una cosa: que no estaba pidiendo perdón por lo ocurrido.

“Estoy aquí para sacarme la espinita, para que el día de mañana cuando mis hijos sean grandes y vean esto, sepan de dónde vengo y sepan que tengo muy claras mis prioridades, que son mis hijos, mi familia y mi público, la gente que me quiere y que me ha hecho”, afirmó.