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"Las actrices Olivia Cooke y Phia Saban, quienes interpretan a las reinas Alicent Hightower y Helaena Targaryen en \'House of the Dragon\', destacan la relevancia de las dinámicas sociales reflejadas en la serie, donde los hombres acaparan el poder en un mundo patriarcal. En una conferencia con BioBioChile, Cooke señaló la lucha de sus personajes contra el patriarcado y la dificultad de ser vistas como líderes válidas, mientras que Saban destacó las capas de manipulación y la necesidad de los personajes masculinos de sentirse dominantes. Cooke también mencionó los desafíos que enfrenta Alicent para mantener su posición en un mundo de hombres, enmascarando sus emociones y tratando de gobernar de manera patriarcal. La segunda temporada de la serie precuela de \'Game of Thrones\' se estrena este domingo en Max."

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Las dinámicas sociales de “House of the Dragon” reflejan el mundo real, especialmente en términos de cómo los hombres acaparan el poder en los más altos niveles. Así lo ven Olivia Cooke y Phia Saban, las actrices detrás de las reinas Alicent Hightower y Helaena Targaryen, asegurando incluso que durante sus luchas personales, sus personajes representan cierta lucha feminista en el seno de la Casa del Dragón.

Así lo expresaron en una conferencia en la que participó BioBioChile, afirmando Cooke que “no vería como una ambición masculina el querer autonomía, o querer gobernar, o querer una mejor vida para ti mismo, o querer ser tomado en serio. Pero es difícil, se enfrentan al patriarcado, y desafortunadamente en este mundo, y especialmente en el que vivimos ahora, los hombres no ven a las mujeres como lideresas válidas, y encontramos a las mujeres de House of the Dragon enfrentándose mucho a eso”.

A ello, Saban acotó que considera que “con Aegon como rey, todos entienden que él necesita sentirse dominante para estar cómodo. Y creo que lo realmente interesante de un show como este son las capas de manipulación que todos experimentan, siendo el aspecto femenino de eso que las mujeres históricamente han entendido que tienen que jugar por debajo para hacerse valer, y pueden hacer eso de una forma que no es tan pública porque pueden aceptar parecer menos poderosas, mientras que en la serie vemos que los personajes masculinos necesitan sentirse ungidos”.

En este sentido, Cooke explica que Alicent debe también enmascarar sus propias emociones para no perder su ya precaria posición en este mundo de hombres: “Siempre está intentando no llorar, no tener un exabrupto, no estar iracunda, ni buscar venganza. Está muy restringida, tratando de moderar todos estos sentimientos”.

“Creo que ella encuentra muy difícil no reaccionar impulsivamente ante todo cuanto ocurre frente a ella”, continúa. “Y creo que ella no se ve como una villana, así que definitivamente no estoy intentando abordarla como una. Creo que todos somos capaces de cosas muy buenas y muy malas, y Alicent ha sido adoctrinada por su padre para gobernar de una forma muy patriarcal, así que ella sólo está intentando hacer cumplir la ley”.

En este sentido, considera la intérprete, “Alicent reconoce su propio poder; ha gobernado por Viserys por un muy buen rato, así que es capaz de tomar acción bajo estas leyes volviéndose una gobernante muy competente”.

“Pero como vimos en la primera temporada, pensó que podría gobernar mediante Aegon hasta que a él se le subieron casi inmediatamente los humos a la cabeza, y se siente rechazada por eso. Y, como veremos ahora, necesita también que Otto la apoye en esos salones llenos de hombres, porque es difícil. Sólo la ven por su género, mientras que antes tenía algo de status”, concluye.

La segunda temporada de la serie precuela a “Game of Thrones” (“Juego de Tronos”) se estrena este domingo por Max.