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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

En la Copa Libertadores, Universidad de Chile regaló un gol a Estudiantes de La Plata por un error defensivo entre el arquero Gabriel Castellón y el defensa Franco Calderón. La falta de comunicación permitió a Tiago Palacios marcar el 0-1, aprovechando la desatención de la zaga azul.

Un error así, en Copa Libertadores, se paga caro. Universidad de Chile le obsequió la apertura de la cuenta a Estudiantes de La Plata tras un grosero error defensivo.

La comunicación falló entre el arquero Gabriel Castellón y el defensa Franco Calderón, que nunca se entendieron tras un inocente pivoteo de los trasandinos en ataque.

Se durmió el zaguero al no cubrir su lado derecho. Y también reaccionó mal el portero al no salir por la pelota. El único despierto era Tiago Palacios.

El jugador de Estudiantes irrumpió a toda velocidad y aprovechó la siesta de la zaga azul para, con un remate de primera, poner el 0-1 parcial a los 21 minutos.

Y poco después, a los 30′, otra desatención defensiva le permitió a Santiago Ascacíbar aparecer en solitario para poner el 2-0.

El cabezazo del jugador de 1,69 metros dejó sin opciones a Castellón y aumentó la incertidumbre en el Estadio Nacional.

Ocho minutos después vino la lápida, cuando gracias a una recuperación del propio Ascacíbar, Eric Meza inició un contraataque para asistir a Guido Carrillo, que eludió a Gabriel Castellón para poner el definitivo 3-0 en Ñuñoa.