Claudio Orrego ganó la primera elección histórica por la Gobernación Metropolitana en la segunda vuelta realizada ayer domingo.

El demócrata cristiano obtuvo un 52,71% de los votos (785.023), dejando en segundo lugar a Karina Oliva (Comunes), que logró el 47,29% (704.227 votos).

Previamente, y con las tensiones políticas que vienen desde el estallido social, Oliva sonaba como la gran favorita para triunfar.

Incluso algunas encuestas, como la Pulso Ciudadano, pronosticaban que ella se quedaría con el cargo.

Ricardo Bustamante, jefe de Estudios Trading de Capitaria, comentó que si bien la segunda vuelta de las elecciones de gobernadores en Chile no generó un impacto significativo, la victoria de Claudio Orrego en la región Metropolitana “da cierta tranquilidad a los inversionistas después de tensiones importantes en el ámbito político local”.

La centroizquierda chilena se convirtió en la gran vencedora de las elecciones de las gobernaciones, por lo que se consideran unas elecciones cruciales hacia la descentralización del país.

Orrego, que gobernará para más de un tercio de la población del país, podría inclinar el eje de la oposición hacia la izquierda más tradicional e impulsar a un aspirante presidencial más moderado.