La sonda espacial dejó de apuntar a la Tierra y ya no puede recibir comandos ni enviar información por su cuenta.

Durante los últimos días de julio, la NASA informó que perdió el contacto con la sonda espacial Voyager 2, que se encuentra viajando por el espacio explorando planetas y transportando un mensaje con información de los humanos y la Tierra, en caso de que otra especie inteligente la encuentre.

De acuerdo con los reportes preliminares de la agencia espacial, la Voyager no está respondiendo a los comandos enviados desde la Tierra, no recibe la información y tampoco puede enviar datos por su cuenta.

La NASA concluyó que esto podría tener que ver con que algunas maniobras y comandos enviados a la nave el pasado 21 de julio, hicieron que momentáneamente dejara de apuntar a la Tierra, razón por la que se perdió la comunicación.

Así se interrumpió la conexión entre la Voyager 2 y las antenas de la Red de Espacio Profundo (DSN), con las que se comunica con la Tierra. “Los datos que envía la nave espacial ya no llegan al DSN y la nave espacial no recibe comandos de los controladores terrestres”, dice la NASA.

¿La NASA recuperará la comunicación con la Voyager 2?

Pese a la falta de contacto, la Voyager tiene un sistema que le permite restablecer la conexión en casos como estos, mejorando la dirección de su antena algunas veces por año en caso de que se mueva y deje de apuntar a su planeta de origen.

Los expertos calculan que las comunicaciones con la sonda espacial, que se encuentra actualmente a más de 19.900 millones de kilómetros de la Tierra, podrían reanudarse para el próximo 15 de octubre, cuando la Voyager vuelva a apuntar al planeta. Por el momento, a este espacio sin conexión le llamaron “periodo de calma”.

Cabe recordar que las sondas Voyager 1 y 2 fueron lanzadas al espacio en 1977 con el objetivo de estudiar Júpiter, Saturno y otros planetas del espacio profundo a medida que se aleja. Adicionalmente, se les añadió un disco de oro que contiene un mensaje de la Tierra para hacer contacto con otras civilizaciones.

Además, ambas naves envían información constantemente sobre lo que van observando en sus caminos. Voyager 1 y 2 tienen combustible para operar hasta el 2025 aproximadamente y cuando se acabe ya no podrán comunicarse con la Tierra, pero continuarán viajando hasta que algo -o alguien- las detenga.