El martes, Prospección Antártica Británica (BAS, por su sigla en inglés) comunicó que científicos de Reino Unido y Estados Unidos perforaron por primera vez el Thwaites, el cuerpo de hielo que ha sido catalogado como “el más peligroso” del planeta y sobre el que también pesa la metáfora de ser el glaciar “del fin del mundo”.

El cambio climático ha afectado negativamente a prácticamente todas las masas de hielo del orbe, motivo por el cual, en un esfuerzo conjunto de US$65 millones, expertos de ambos lados del Atlántico iniciaron una expedición de cinco años en el continente blanco a través de la BAS.

Como este se derrite a pasos agigantados, las indagaciones ayudarán a poder determinar específicamente las reales causas del retroceso y a cuantificar las consecuencias de su desaparición, especialmente en cuanto al incremento del nivel del mar.

La perforación en cuestión se realizó en una zona donde el Thwaites tiene un espesor de 600 metros, pero aquello sube a 1,6 kilómetros en otros sectores.

David Vaughan | British Antarctic Survey
David Vaughan | British Antarctic Survey

En total, este tiene una superficie de 192 mil kilómetros cuadrados y su fondo no reposa sobre tierra firme, sino que sobre el mar.

De acuerdo a estimaciones, su derretimiento aporta un 4% del aumento total del mar a nivel mundial anual, por lo que encabeza el listado de fuentes en ese aspecto.

Por ello es que, de desaparecer totalmente, el agua que se vertería a los océanos incrementaría el nivel del mar en al menos 50 centímetros.

No obstante, Thwaites se ubica en una cuenca de la Antártica occidental que guarda suficiente hielo para subir en hasta tres metros el nivel del mar.

“Sabemos que las aguas más cálidas del mar están erosionando muchos de los glaciares de la Antártica del oeste, pero estamos particularmente preocupados por Thwaites. Esta nueva información proveerá una nueva perspectiva de los procesos que están ocurriendo para poder predecir cambios a futuro con mayor certeza”, dijo Keith Nicholls, un oceanógrafo de la BAS.

En la misma línea se manifestó Paul Cutler, de la organización International Thwaites Glacier Collaboration. “El glaciar es extremadamente remoto, solo algunas personas han logrado estar en el y eso se logró este año”, dijo acerca de esta masa ubicada a 1.600 kilómetros de la base científica más cercana.

“Esta ha sido nuestra primera temporada de trabajo en terreno para poder obtener un entendimiento más profundo de este importante, pero poco estudiado glaciar. Es increíble pensar que acabamos de perforar en esta zona lejana a casi 200 años después de los primeros avistamientos de este continente”, añadió.

Según consignó BBC, los especialistas investigan el lecho del glaciar con Icefin, un robot submarino que es operado a control remoto y que aparte de tomar medidas y grabar imágenes, organiza mapas de derretimiento.

Toda la información que recoja tardará cerca de cinco años en ser procesada antes de ser incorporada a modelos que sirvan para proyectar el futuro del incremento del nivel del mar.

British Antarctic Survey
British Antarctic Survey