Nuevamente el caso Caval, que involucra a la familia de la presidenta Michelle Bachelet, se instaló en La Moneda. Esto luego de la declaración que prestó el socio de Natalia Compagnon, Mauricio Valero, en la cual dejó entrever irregularidades sobre la asesoría que realizó el año 2012 el bufete de abogadas de Ana Lya Uriarte, actual jefa de gabinete de la presidencia, a la cuestionada empresa.
La luz roja que se encendió en el palacio de Gobierno, ocurrió cerca del mediodía de este miércoles, una vez que se conoció la versión que entregó Mauricio Valero frente al fiscal Sergio Moya, que sustenta por estos días la indagatoria, donde indicó que nunca vio el estudio medioambiental vinculado a la Central termoeléctrica Los Guindos que se le encargó a Uriarte y por el cual se le pagaron $19.618.874.
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Dicho pago se efectúo -como consta en documentos- a través de la emisión de dos facturas de Sustentabogadas Ltda, de propiedad de Uriarte, a la sociedad Caval, ambas el 31 de julio del 2012. La primera asignada con el número 03 por un total de $615.874 y otra número 04 por $19.000.000.-
Así se puede desprender de las copias a las cuales tuvo acceso BioBioChile, y que en la primera se detalla que fue por: “Consultoría energética con expertos” a Caval, mientras la segunda fue por “Asesoría legal y de apoyo a gestión estratégica” a la misma sociedad.
Factura
Factura
Pero la declaración de Mauricio Valero abrió la puerta a un supuesto escenario de “facturas ideológicamente falsas” entre la jefa de gabinete de Michelle Bachelet y la empresa en que su nuera, Natalia Compagnon, es dueña del 50%.
Dicho escenario es delicado para el gobierno, por el cual se cursaron reuniones en el llamado “segundo piso de La Moneda” tendientes hacer control de daño, especialmente en base a que Ana Lya Uriarte ha señalado que ella no tiene nada que esconder frente al tema, como explicaron altas fuentes.
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Incluso, las mismas voces señalan que la jefa de Gabinete ha mostrado papel en mano a quienes trabajan cerca de ella que todavía mantiene en su poder copia del informe que realizó a Caval, incluyendo los capítulos de las subcontrataciones hechas para detallar temas técnicos que iban más allá de lo netamente jurídico ambiental.
Razones por la que Ana Lya Uriarte, militante del Partido Socialista y ex ministra de Medio Ambiente del primero gobierno de Bachelet, les ha señalado al entorno de la mandataria que incluso como prueba fehaciente de la entrega de la información a Mauricio Valero y por ende a la empresa Caval, están los correos electrónicos, por lo que ha descartado en reiteradas oportunidades que las facturas por casi $20 millones sean ideológicamente falsas.
Fuentes de BioBioChile explicaron incluso que ya el 2015, cuando reventó el caso Caval y se involucró a Ana Lya Uriarte, ésta papel en mano mostró una serie de correos electrónicos entre ella con Mauricio Valero y Natalia Compagnon, los que avalarían la versión de que sí se generó una relación laboral. Defensa que usó en su minuto para echar por tierra la versión de que esas platas fueran a financiamiento ilegal de política.
Uriarte – Compagnon
Por otra parte, personas que conocen la historia entre Ana Lya Uriarte y Caval, explica que fue Natalia Compagnon con Mauricio Valero los que la contactaron el 2012, los cuales estaban buscando asesorías para la empresa que hasta ese minuto se dedicaba al área inmobiliaria.
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Ambos se presentaron en la oficina de Sustentabogadas, ubicada en Pedro de Valdivia 55, oficina 801. En ese lugar le explicaron a quien había sido ministra de Medio Ambiente de la suegra de Compagnon el interés que mantenían como empresa en expandirse al área de las energías y otros activos.
Relación laboral de Ana Lya Uriarte con Caval que según la página del Servicio de Impuestos Internos, que revisó BioBioChile, fue solo a través de Sustentabogadas, ya que como persona natural no se observan emisiones de boletas a la cuestionada empresa. Además, cercanos a Uriarte aseguran que esta es la única relación que ella tuvo con la cuestionada empresa.
La otra ministra
Lo cierto es que Ana Lya Uriarte Rodríguez, reconocida como “la otra ministra” por su alto nivel de injerencia sobre Michelle Bachelet, el que incluso superaría al del ministro del Interior en la toma de decisiones, está bajo cuestionamiento político.
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Algunos parlamentarios de la Nueva Mayoría en privado advierten que la vinculación sistemática que se hace entre ella y el caso Caval está generando un escenario similar al que se vivió con el otrora administrador de La Moneda, Cristián Riquelme.
Momento incómodo de “la otra ministra” que solo se compara con el que vivió en diciembre pasado cuando se le responsabilizó a ella de no haber comunicado al ministro del Interior, Jorge Burgos, que la presidenta Bachelet iba a viajar a la región de La Araucanía.
