El primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, se entrevista este miércoles en Washington con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en busca de un apoyo fundamental frente a los planes de Crimea de unirse a Rusia.
El parlamento de Crimea adoptó el martes una declaración de independencia de Ucrania, y el domingo está previsto un referéndum secesionista que las autoridades locales ven como el paso previo a una integración en Rusia.
Desde finales de febrero, la península, de mayoría rusohablante y donde tiene su sede la flota rusa del Mar Negro, está controlada por fuerzas prorrusas.
La Casa Blanca no ha dejado dudas en cuanto al apoyo que brindará a Yatseniuk, un líder que Moscú considera ilegítimo y que fue nombrado primer ministro tras la destitución el 22 de febrero del presidente prorruso Viktor Yanukovich.
Yatseniuk será recibido por Obama en el Despacho Oval, y se reunirá también con el vicepresidente Joe Biden, que suspendió una visita a República Dominicana para participar en las conversaciones en Washington.
“Apoyamos con fuerza a Ucrania, al pueblo ucraniano y la legitimidad del nuevo gobierno ucraniano”, de orientación proeuropea, dijo el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney.
Carney también destacó que la Casa Blanca sigue ofreciéndole al Kremlin una salida negociada a la crisis en Crimea, que respete la integridad territorial de Ucrania, una ex república soviética independiente desde 1991.
Yatseniuk también aprovechará su visita a Washington para perfilar los detalles de un paquete de ayuda de 35.000 millones de dólares, que su país necesita para financiarse este año y el próximo.
La Casa Blanca adelantó que Obama hablará de ayuda económica. De momento, Washington ha prometido más de 1.000 millones de dólares y la Unión Europea 11.000 millones de euros en un período de dos años.
Paralelamente, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, anunció que se reunirá con su homólogo ruso Serguei Lavrov en Londres el viernes, a 48 horas del referéndum en Crimea.
Ucrania cuenta también con el apoyo del presidente francés François Hollande, quien advirtió el miércoles a su homólogo ruso, Vladimir Putin, que una integración de Crimea en Rusia sería “una anexión inaceptable”.