El número de detenidos en huelga de hambre en la prisión de la base naval de Guantánamo, Cuba, se está reduciendo desde hace varios días, seis meses después de iniciado el movimiento, afirmó el martes el Pentágono.

De los 166 prisioneros del campo, las autoridades militares contaron el martes a 80 detenidos que se niegan a alimentarse, declaró a la AFP el teniente coronel Todd Breasseale, un portavoz del Pentágono.

De esos ochenta presos, 46 están siendo alimentados a la fuerza a través de una sonda nasal vinculada al estómago y tres estaban internados en observación.

A pesar de que la proporción de detenidos en huelga de hambre sigue siendo importante, experimentó una sensible caída en la última semana: el viernes eran 102 y el sábado 93.

La huelga de hambre es un movimiento de protesta por una requisa de ejemplares del Corán en febrero, considerada como una blasfema por los internos, pero también por su detención ilimitada. La mayoría de los detenidos no han sido sometidos a juicio ni formalmente acusados.

Por su parte, una jueza de la capital federal, Rosemary Collyer, rechazó nuevamente el martes una demanda de tres presos liberables para prohibir la alimentación forzosa. El gobierno estadounidense tiene la obligación de prevenir los intentos de suicidio y, “por tanto, no puede permitir a ninguna persona bajo su custodia que se deje morir de hambre”, explicó a la AFP.

Otra jueza había rechazado ya una demanda similar la semana pasada, pero exhortó sin embargo al presidente estadounidense, Barack Obama, a tomar una decisión al respecto.