Las medidas para combatir la desnutrición provocaron un desequilibrio en la balanza, según reveló la Organización Mundial de la Salud. El descontrol y la falta de regulación ha conducido a que se incremente el sobrepeso y la obesidad en los niños, especialmente en los países desarrollados.

De los menores que presentan sobrepeso, indica la guía, el 75% o más vive en países desarrollados. El doctor Francesco Branca, director del Departamento de Nutrición para la Salud y el Desarrollo de la OMS, apunta a que solo un tercio de los países estableció marcos regulatorios para el comercio de los alimentos que adquieren los niños, recoge ABC.

Lo anterior adquiere mayor relevancia debido a que, según el profesional, una cifra incluso menor de naciones ha desarrollado políticas y estrategias para reducir el consumo de la sal.

Los niños obesos cuentan con una alta probabilidad de continuar con esa condición en la adultez, conllevando un riesgo mayor de padecer diabetes u otras enfermedades crónicas.

Para hacer frente a lo anterior, en la guía recientemente publicada por la OMS se entregan directrices de cómo mejorar la nutrición de las personas y considera factores que no siempre son tomados en cuenta. Por ejemplo, se propone amamantar a los bebés por un mínimo de seis meses, entre otras medidas.