El amistoso Brasil-Inglaterra del domingo (15:00), en el que debuta el equipo anfitrión para la Copa FIFA Confederaciones, pone a prueba al templo del fútbol brasileño, el Maracaná, que casi pierde el partido antes de empezado por una fugaz suspensión de la justicia.

A 72 horas del juego que inaugura oficialmente la catedral del fútbol mundial, una jueza de Rio de Janeiro (sudeste) suspendió el encuentro amistoso por dudas sobre las condiciones de seguridad del estadio.

El gobierno de Rio no había entregado, por una “falla burocrática”, el informe de seguridad policial definitivo que garantiza las condiciones de seguridad. Pero después de cumplir con el requisito, la justicia revocó la medida de suspensión.

El estadio reabrió sus puertas el 27 de abril después haber sido sometido a una profunda renovación que alteró su aspecto interno casi por completo y que costó casi 600 millones de dólares, el doble de lo presupuestado inicialmente.

Y serán las selecciones de Brasil e Inglaterra las que escucharán por primera vez, desde que ha vuelto a ser inaugurado el Maracaná, el eco de los gritos y aplausos de más de 75.000 aficionados que recibirá.

“Creo que es fácil nombrar los cinco o seis estadios del mundo donde a cualquier persona le gustaría jugar o ser entrenador. Será excelente cuando mañana (domingo) tache de la lista al Maracaná”, expresó el entrenador inglés Roy Hodgson.

Al jugar en el Maracaná “se hace realidad el sueño de un niño”, dijo por su parte David Luiz, que juega en el fútbol inglés.

Éste es el primer partido que disputa la ‘seleçao’ convocada para la Copa de las Confederaciones. El 9 enfrenta a Francia en Porto Alegre y después de la Copa, encara a Suiza, Portugal y Argentina.

La selección inglesa por su parte llegó el jueves y realizó algunas de sus sesiones de ejercicios en la turística playa de Copacabana.

El partido del domingo será además el primero del astro Neymar, de 21 años, con la camiseta auriverde desde que fue fichado por el FC Barcelona en una transferencia que, según la prensa, pudo haber llegado a los 60 millones de dólares.

“Creo que será un buen día para que Neymar juegue fútbol (…). Lo notamos en el entrenamiento de hoy después de toda esa semana de que si sale, no sale, firma el contrato y todo lo demás”, estimó Scolari.

El entrenador negó que sea responsabilidad de Neymar “desequilibrar” en el campo. “Tiene que jugar con el equipo, tiene otros 10 compañeros. En algunos momentos, por sus características, hará un drible diferente”, precisó.

Y del lado inglés, no está prevista una maracación especial para el atacante. Brasil “tiene más de un buen jugador y nunca fue un equipo de un sólo hombre. Estamos preocupados con Neymar, pero también con otros jugadores que pueden causarnos problemas”, indicó Hodgson.

El domingo, después del choque ante Inglaterra, el ‘crack’ viajará a España para presentarse en su nuevo club el lunes. Luego regresa a Brasil para continuar su concentración con la ‘seleçao’.

Según el capitán de la selección inglesa, el veterano Frank Lampard, Neymar “va a ser una superestrella” en el Barça. “Espero que lo haga porque el fútbol necesita de eso, de Messis, de Ronaldos y creo que Neymar lo tiene todo para llegar a ese nivel”, lanzó.