Cerca de 5 semanas acumula el conflicto por la descentralización en Aysén, el mismo que en sus inicios tuvo como protagonistas a los trabajadores pesqueros y que acuñó tiempo más tarde el sencillo pero contundente lema “tu problema es mi problema”.

En esos días, y posterior al levantamiento de irreductibles bloqueos carreteros, autoridades de gobierno se acercaron a los líderes de la mesa social aysenina con fin de dar término a la movilización.

Hoy, tras estériles visitas ministeriales a la zona, finalmente se logró un preacuerdo para resolver algunas de las peticiones de los movilizados de Aysén –que tal como las réplicas a ellas del Estado central- resultan relegadas a un segundo plano mediático.

En ese contexto, cabe recordar que el movimiento se sustenta en una serie de demandas históricas con carácter socioeconómico, y que en su desarrollo se gestó la contra parte oficial; respuesta que trajo consigo además de un paquete de medidas con tendencia a subsanar las carencias, la visión del Ejecutivo respecto del tema y el lógico debate ciudadano.

¿Son suficientes las promesas del gobierno frente a las exigencias de los ayseninos? Más abajo 4 ejemplos:

En cuanto a combustibles, principal tópico a considerar, los vecinos movilizados exigen un subsidio del 20% al precio total de la bencina, mientras que el ofrecimiento de La Moneda indica el pago del 70% de los gastos correspondientes al traslado de la gasolina, en una acción que permitiría la rebaja de 8 a 140 pesos (por litro) en las bencinas, según la localidad.

Respecto a cambios en educación, el gobierno propuso la extensión de las ayudas estudiantiles en la zona, además de la posibilidad de instalar una sede universitaria en el lugar; no obstante, los ayseninos solicitan la presencia de una universidad pública y de calidad en la ciudad.

En lo que guarda relación a la pesca artesanal, el movimiento austral declara la necesidad de empoderar la actividad, respetando a los 3 mil trabajadores del rubro y asignando cuotas de pesca atingentes a su realidad. Para efectos similares, en su visita a Aysén, el ministro Rodrigo Álvarez enunció la posibilidad de tratar dicha temática de manera específica con la cartera de Economía.

Del mismo modo, si se refiere la esfera laboral, la mesa ciudadana destaca la necesidad de establecer un sueldo mínimo diferenciado, además de realizar una nivelación de éste para cargos públicos. En relación a ello, y a otras demandas que podrían finalizar favorecidas, el gobierno destacó el trámite del proyecto que busca reunir recursos extra para las zonas extremas del país.

Las anteriores son algunas de las solicitudes del movimiento social y su –hasta ahora- respuesta oficial. El gobierno ha sido repetitivo al indicar que las peticiones son desmedidas, además de asegurar que es injusto endosarle exclusivamente a la gestión de Piñera la responsabilidad de las pretéritas privaciones en la región.

¿Deben los ayseninos flexibilizar en sus posturas? Pese al preacuerdo, ¿es necesario que el Estado central desarrolle un nuevo conjunto de propuestas? ¿Es este conflicto la puerta a una ola de reivindicaciones provinciales? La palabra la tiene la ciudadanía.