El Rey de España, Juan Carlos, de 73 años, fue ingresado este viernes en una clínica madrileña donde se le practicará una artoplastia en su rodilla derecha, tal como se había anticipado, informó un comunicado de la Casa del Rey.

“Como ya se anticipó en el comunicado del pasado lunes, 30 de mayo, Su Majestad el Rey ha ingresado esta mañana a las 7:50 horas en la Clínica San José de la ciudad de Madrid, donde, a lo largo de la mañana, va a serle practicada una artroplastia en su rodilla derecha por el equipo médico dirigido por el doctor Ángel Villamor”, explicó el comunicado.

El texto añadió que al concluir la intervención, “se hará público el correspondiente parte médico”.

Según la edición digital de El País, el monarca no podrá pisar con el pie derecho durante dos semanas y luego iniciará su rehabilitación.

La artroplastia, una operación benigna que se practica para restablecer la movilidad de la rodilla, había sido anunciada el lunes por la Casa del Rey, cuando explicó que el mal se debía a “antiguas lesiones” provocadas por la práctica del deporte, ya que el soberano es gran aficionado a la práctica de la vela y el esquí.

Nacido el 5 de enero de 1938 en Roma, Juan Carlos fue proclamado rey de España el 22 de noviembre de 1975, dos días después de la muerte del dictador Francisco Franco, que lo había designado su sucesor desde 1969.

El Rey está considerado un pilar de la democracia española y su figura es muy popular en España, donde la monarquía fue motivo de un amplio consenso, incluso en algunos medios independentistas vascos y catalanes, de la izquierda comunista y la extrema derecha.

Aficionado a los deportes náuticos, a la caza y los cigarros, Juan Carlos no tuvo problemas serios de salud hasta mayo del 2010, cuando fue operado de un tumor benigno en el pulmón. Fue entonces hospitalizado del 8 al 11 de mayo, antes de recuperarse durante diez días en una clinica privada de Barcelona.

A partir de entonces recuperó sus actividades normalmente en septiembre y la Casa Real aseguró que el monarca estaba “totalmente recuperado” y que “no tendría necesidad” de pruebas suplementarias.

Juan Carlos, un hombre discreto, elevó el tono el martes pasado ante los periodistas que le preguntaban sobre su salud, tras el anuncio de la operación de rodilla.

“Estoy fatal, ya me veis”, respondió irónicamente el monarca.

“Lo que os gusta es matarme y ponerme un pino en la tripa todos los días en la prensa. Eso es lo que hacéis la prensa”, exclamó ante un reducido grupo de periodistas a los que recibía en el palacio de la Zarzuela, en las proximidades de Madrid.