Yendo a Ramuntcho, conocida playa de la comuna de Hualpén, en un tramo hacia la desembocadura del río Bío Bío, me encontré una  desagradable sorpresa.

Se trata de una pieza de artillería, fabricada a fines de 1800, completamente arruinada por la cantidad de rayados, tanto con pintura como por “tallados” en el metal.

Esto da a conocer una vez más el cero respeto e interés por el patrimonio de cualquier tipo en todo Chile.

Si no está bien cuidado al aire libre, lo mejor sería extraerlo y llevarlo a un museo de la región, al alcance de los interesados en historia y lejos de los ociosos vándalos ignorantes.

Marcelo Ríos Aguayo
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Marcelo Ríos Aguayo
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