El obispo de la diócesis de Osorno, Juan Barros Madrid, dijo que nunca ha pensado en renunciar y que sostiene su inocencia en las acusaciones que le atribuyen conocimiento en los hechos ocurridos en la parroquia El Bosque en un caso de abusos por el cual fue declarado culpable el sacerdote Fernando Karadima.

En conversación exclusiva con Radio Bío Bío, Barros Madrid aseguró que no está rompiendo ningún silencio, sino que eligió otras formas previas para comunicarse, a través de al menos un par de cartas.

En dichas misivas, indicó que cuenta su verdad en torno a los hechos denunciados en la parroquia El Bosque y que tienen desde el año 2011 a Fernando Karadima -con quien Barros compartiera el ejercicio del sacerdocio- declarado culpable de abusos sexuales y condenado a una “vida de oración y penitencia”.

Caso en el cual un grupo de católicos le imputa pleno conocimiento, razón que esgrimen más que suficiente para expulsarlo del cargo de obispo de la diócesis local.

Recordando lo dicho cuando recién asumió en una convulsionada ceremonia en marzo del 2015, Barros Madrid persiste en su inocencia y dijo que eso lo demuestran sus años de ministerio católico.

No obstante, reconoció que su figura ha generado discrepancias que -por ejemplo- se expresan en peticiones para que no haga confirmaciones y uno que otro caso de sacerdotes que piden dejar la diócesis de Osorno.

Respecto a la presencia de un grupo de laicos que persisten en solicitar su salida, dijo que como obispo tiene un llamado claro con la Iglesia y también del Papa Francisco, pero como Juan Barros ha sentido el peso de lo que definió como momentos difíciles, pero nunca ha pensado en renunciar.

El obispo de la diócesis de Osorno dijo que se ha reunido con sus opositores buscando encuentros y que espera que la visita del Papa Francisco a Chile, sea motivo de encuentros teniendo sobre cualquier interés la unidad de la iglesia.