Fuerzas iraquíes combatían este sábado en Kirkuk por segundo día consecutivo con yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) que atacaron el viernes esta ciudad causando al menos 46 muertos, mientras prosigue la ofensiva para recuperar Mosul, feudo iraquí del EI.

Veinticuatro horas después del inesperado ataque yihadista contra Kirkuk, la ciudad controlada por los kurdos seguía amenazada por atentados suicida y francotiradores del EI, lo que obligó a Bagdad a enviar refuerzos.

Kamikazes de EI atacaron el viernes por sorpresa edificios gubernamentales de Kirkuk y una central eléctrica en construcción situada al noroeste de la ciudad.

“Los enfrentamientos con Dáesh han causado 46 muertos y 133 heridos, en su mayoría miembros de los servicios de seguridad”, declaró este sábado a la AFP un alto mando militar del ministerio del Interior iraquí, utilizando el acrónimo en árabe de la organización yihadista.

El jefe de la policía de Kirkuk indicó por su parte que otros al menos 48 yihadistas resultaron muertos y varios más heridos.

“Cuarenta y ocho terroristas de Dáesh” que habían asaltado partes de Kirkuk, “murieron en enfrentamientos” dijo este sábado a la AFP el general Jatab Omar Aref. Precisó que varios de ellos se hicieron estallar cuando las fuerzas de seguridad los acorralaron.

En total, un centenar de yihadistas participaron en los ataques, algunos con chalecos o cinturones de explosivos.

Las autoridades de Kirkuk, ciudad multiétnica donde cohabitan varias comunidades religiosas, decretaron el viernes un toque de queda total debido a las acciones de guerrilla urbana llevadas a cabo por los yihadistas.

Kirkuk está situada en una región petrolera a unos 150 km al sudeste de Mosul, segunda ciudad iraquí controlada por EI desde junio de 2014, y a 240 km al norte de Bagdad.

Kirkuk había despertado el viernes por la mañana con yihadistas recorriendo las calles de algunos de sus barrios.

Según testigos, entraron en mezquitas desde las que gritaron por los altavoces ‘Alá Akbar‘ (Dios es el más grande) y ‘Dawla al Islam baqiya‘ (el EI vencerá)”.

Maniobra de distracción

Uno de los asaltantes capturados por las fuerzas de seguridad kurdas aseguró que el asalto contra Kirkuk fue planificado por el jefe supremo del EI, Abu Bakr al Baghdadi, como una maniobra de distracción en el sexto día de ofensiva iraquí, apoyada por la coalición internacional, contra Mosul.

El ataque del viernes “era uno de los planes del califa de Bagdad (jefe de EI) para demostrar que el EI continúa extendiéndose y para reducir la presión en el frente de Mosul”, declaró este joven iraquí detenido en Kirkuk.

Por otra parte, el secretario de Defensa estadounidense Ashton Carter aterrizó este sábado en Bagdad en una visita no anunciada destinada a evaluar la ofensiva en Mosul, que se estima es defendida por entre 3.500 y 4.500 yihadistas.

Durante esta visita de un día Carter debía reunirse con el jefe militar de la coalición internacional antiyihadista, el general estadounidense Stephen Townsend, y con el primer ministro iraquí Haider al Abadi.

Estados Unidos tiene más de 4.800 soldados en Irak. Este contingente proporciona apoyo logístico y aconseja a las fuerzas iraquíes pero, salvo excepción, no participa directamente en combates.

“Habrá un gran trabajo de reconstrucción y de estabilización por hacer” tras la reconquista de Mosul, dijo el inquilino del Pentágono a los periodistas que le acompañan en el viaje.

Al mismo tiempo, se están armando campamentos de desplazados, mientras que 1,5 millón de civiles están todavía bloqueados en Mosul. Según la ONU, solo en los tres primeros días de ofensiva se contabilizaron 5.640 desplazados.

En fin, las fuerzas federales iraquíes proseguían este sábado su avance hacia Qaraqosh, al este de Mosul, la mayor ciudad cristiana de Irak hasta la huida de su población ante el avance de los yihadistas y su toma de control de la región, en junio de 2014.