El Departamento de Justicia y la SEC (reguladora de la bolsa estadounidense), investigan si Apple ralentizó a propósito el funcionamiento de modelos anteriores de sus iPhone, informó el martes la agencia Bloomberg.

La empresa de la manzana reconoció en diciembre que modificó los programas de algunos modelos de iPhone (iPhone 7 y precedentes) para impedir que dejaran de funcionar de manera intempestiva, algo que puede producirse cuando las baterías comienzan a dar muestras de envejecimiento.

Apple había introducido esa modificación en ocasión de una puesta a punto de su sistema móvil un año atrás.

La investigación consiste en saber si el grupo había advertido de manera clara a sus usuarios sobre los efectos concretos de esta intervención, es decir el enlentecimiento de los aparatos.

Apple no respondió el martes a los llamados de la agencia de noticias AFP, mientras la SEC y el Departamento de Justicia se negaron a realizar comentarios.

La firma está siendo indagada en Italia y Francia por este asunto. El 5 de enero, la justicia francesa abrió una investigación preliminar por “obsolescencia programada” y “engaño”, luego que grupos de usuarios acusaran a la compañía de haber ocultado su acción y de haberla realizado con el fin de impulsar las ventas de sus modelos más recientes.

El grupo es objeto de demandas similares en Estados Unidos.

Para intentar atenuar las críticas, Apple presentó disculpas públicas, redujo el precio de las baterías y prometió una nueva puesta a punto para la primavera boreal en la cual el usuario podrá elegir si ralentiza o no su aparato cuando la batería exhiba signos de agotamiento.

Los trascendidos sobre estas pesquisas de las autoridades estadounidenses se producen en momentos en que Apple se halla bajo presión por rumores sobre los pobres niveles de venta de su último modelo, el lujoso iPhone X, que comenzó a circular en noviembre.