La preocupación crece en Gran Bretaña por las adolescentes que deciden viajar a Siria, después de que tres chicas huyeran de casa la semana pasada, supuestamente para unirse al grupo Estado Islámico.

Las tres amigas Kadiza Sultana, de 17 años, Shamima Begum, de 15, y Amira Abase, se marcharon de sus casas en Londres el pasado martes y viajaron a Estambul, se teme que para unirse a los yihadistas del EI.

Las menores habían sido interrogadas por la policía en diciembre, después de que una amiga común viajara a Siria, aunque Scotland Yard insiste en que ningún indicio apuntaba a que tuvieran la intención de seguir sus pasos.

El padre de Amira, Hussen Abase, de 47 años, dijo que en el comportamiento de su hija no había nada extraño cuando le dijo que iba a asistir a una boda.

En realidad, Amira se dirigió al aeropuerto de Gatwick para tomar un avión a Turquía, puerta de entrada a Siria.

“No se atrevería a discutir algo así con nosotros. Sabe cuál sería la respuesta”, aseguró a los periodistas Hussen Abase, sosteniendo un oso de peluche del Chelsea, que su hija, fan del equipo, había regalado a su madre.

La pregunta ahora es si se podría haber hecho más para evitar que se marcharan.

Alguien utilizando una cuenta de Twitter en nombre de Shamima Begun habría contactado a Aqsa Mahmud, una mujer de Glasgow que viajó el año pasado a Siria para casarse con un combatiente del EI.

La familia Mahmud, que condena con firmeza las acciones de su hija, han criticado la inacción de las autoridades por permitir que convenza a otras chicas.

“Ahora está reclutando a otras jóvenes”, aseguró a la BBC el domingo Aamer Anwar, abogado de la familia Mahmud. “Y la familia dice: ‘¿Qué están haciendo exactamente los servicios de seguridad de este país?’”

Después de que la amiga de las chicas desapareciera, Renu Begum preguntó a su hermana Shamima: “¿Tú no harías nada tan estúpido, ¿verdad?”. La joven contestó que no, puesto que ella contaba con el apoyo de su familia, recuerda el hermano.

Los expertos en contraterrorismo estiman que alrededor de medio centenar de mujeres han viajado de Gran Bretaña a Siria para unirse al EI, mientras las historias de “novias de la yihad” ocupan de forma habitual las páginas de los tabloides británicos.

En un intento de detener el flujo, una nueva ley permite retener los pasaportes de británicos sospechosos de viajar a Siria o Irak.

El primer ministro británico, David Cameron, que planea introducir nuevas medidas como aumentar los registros en los aeropuertos, ha pedido a las escuelas y universidades que ayuden a identificar a los estudiantes en riesgo.

Pero los expertos señalan también la necesidad de dirigir los esfuerzos contra la propaganda que llega a través de internet.

La exministra Sayeeda Warsi, primera musulmana en formar parte del gobierno británico antes de dimitir por la política del ejecutivo conservador hacia Gaza, se pronunció en este sentido y alertó contra el rol de internet en la radicalización de los jóvenes musulmanes. “Un terrorista no se hace en un día”, dijo a Sky News.