Desde el pasado 21 de mayo a raíz del anuncio realizado por la presidenta Michelle Bachelet respecto a enviar un proyecto de ley para despenalizar el aborto, nuevamente se ha puesto en el tapete un tema que enfrenta a los sectores más conservadores de la sociedad con los liberales.

No obstante, en medio de la discusión aparecen algunos argumentos que aluden a un tipo de aborto que no está siendo puesto en juego, esto debido a que el anuncio presidencial hace referencia al aborto terapéutico, en particular cuando se sugiere interrumpir el embarazo en caso que la vida de la madre esté en riesgo o que el feto presente condiciones incompatibles con la vida.

Aunque cabe consignar que también se incluyó la idea de despenalizar el aborto en el caso de una violación, lo que sale en cierta medida del plano médico pues corresponde a un tema ético.

Pero más allá de las discusiones en torno al aborto, es importante saber diferenciar los tipos de interrupciones de un embarazo. Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, un aborto es un procedimiento que busca interrumpir un embarazo, a través de medicamentos o una cirugía para retirar el embrión o el feto y la placenta del útero.

Sin embargo, también otro caso conocido como “aborto natural”, donde la madre sufre una pérdida cuando el feto aún no cumple 20 semanas de gestación. Si el aborto espontáneo ocurre después de ese plazo, se le denomina “parto prematuro”. En este caso una eventual cirugía vendría a terminar un proceso que el cuerpo ya inició de manera natural.

Por contrapartida tenemos el aborto inducido, donde a través de un procedimiento médico se interrumpe el embarazo, el que es denominado “aborto quirúrgico”.

Aquí es donde entran en juego los dos principales: el eugenésico y el terapéutico, siendo este último el más comentado ante el anuncio de la presidenta Bachelet el pasado 21 de mayo en su cuenta pública.

En términos simples, el aborto eugenésico consiste en impedir el nacimiento de niños con deformaciones, problemas mentales y/o físicos, como por ejemplo ante el diagnóstico de Síndrome de Down, Talasemia u otras anomalías genéticas puntuales.

Mientras que la interrupción del embarazo únicamente para salvar la vida de la madre, en la medida que no existan otros medios para ello, es denominado aborto terapéutico. Ésto se da en casos de infección ovular, embarazo ectópico, concepción anómala -conocido como mola-, y cuando hay alguna insuficiencia sistémica u orgánica.