La justicia rusa informó a tres militantes de Greenpeace, acusados de “vandalismo” por un acción de protesta en el Ártico, del final de la investigación contra ellos, luego de la aplicación de la ley de amnistía aprobada por el parlamento ruso la semana pasada, indicó el martes a la AFP una portavoz de la ONG.

“Tres personas ya fueron notificadas del final de las acciones judiciales. Esperamos que en los próximos días, de aquí a finales de semana, se cerrarán los 30 casos y se expedirán las autorizaciones para salir del país”, declaró la portavoz María Favorskaya.

De estas treinta personas procesadas, 26 no son rusas, entre ellas, dos argentinos y una brasileña. Sin la visa de su pasaporte que certifica su entrada legal en el país, hasta el momento los militantes ecologistas no han podido abandonar el territorio ruso.

La portavoz precisó que la primera persona que recibió esta notificación era británica, pero rechazó dar a conocer la identidad de las otras dos.

Favorskaya indicó que los treinta miembros de la tripulación del barco de Greenpeace habían firmado el día antes un documento en el que no se oponían a la ley de amnistía, aprobada la semana pasada por el parlamento ruso.

Los miembros de tripulación del ‘Arctic Sunrise’ fueron detenidos en septiembre tras una acción contra una plataforma petrolera de Gazprom en el Ártico. Tras ser trasladados a San Petersburgo, fueron puestos en libertad bajo fianza en noviembre.

Imputados en un primer momento por piratería, un crimen castigado con hasta 15 años de cárcel máximo, finalmente fueron inculpados por vandalismo, un delito que se castiga con una pena de hasta siete años de cárcel.

Este anuncio tuvo lugar el día siguiente de la liberación de las dos jóvenes del grupo punk Pussy Riot, también amnistiadas, y cuatro días después del indulto acordado por el presidente ruso, Vladimir Putin, al exmagnate ruso y líder opositor del Kremlin Mijail Jodorkovski.