La académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello, Evelyn Muñoz, expresó que tomar dos o tres tazas de café en una ocasión, que equivale a 250 milígramos de cafeína, puede ocasionar síntomas como palpitaciones, insomnio, ansiedad, agitación psicomotriz y malestar digestivo. Sin embargo, también su consumo es positivo porque el producto contiene antioxidantes, mejora el desempeño y retrasa la fatiga durante la actividad física de larga duración.

Muñoz dijo que el café tiene como componente natural a la cafeína, estimulante del sistema nervioso central, que produce en quienes lo consumen un aumento en el estado de alerta y disminución de la fatiga física.

Según explicó la especialista, la cafeína se absorbe rápidamente en el tubo digestivo, alcanzando su máximo nivel en sangre a los 90 minutos después de su ingestión.

“Permanece en el organismo entre 2.5 y 10 horas, metabolizándose en el hígado en un 95% para luego el 5% restante ser excretado por la orina”, explicó la nutricionista.

La académica de la Universidad Andrés Bello dijo que “después de haber tenido un consumo regular de cafeína, la privación de ella puede ocasionar cefalea, mareo, depresión e irritabilidad”.

“No solo la cafeína puede producir malestar, ya que tanto el café normal como el descafeinado puede ocasionar o exacerbar los síntomas de úlcera péptica, esofagitis erosiva y reflujo gastroesofágico. En adultos de edad avanzada con bajo consumo de calcio o vitamina D, el consumo elevado de cafeína puede incrementar el riesgo de sufrir fracturas”, aseguró.

Pero dijo que no todo es desfavorable en lo que se refiere al consumo de café. La nutricionista destacó que la cafeína puede ser usada como factor auxiliar en el aumento de la fuerza muscular.

Además, aumenta el gasto energético factor que sería útil en el manejo de los pacientes obesos y sobrepeso.

Igualmente, expresó que estudios demuestran que el consumo de café a largo plazo se relaciona con una notoria disminución en el riesgo de padecer diabetes mellitus.

“El café es fuente principal de fenol antioxidante y acido clorogénico, el cual actuaría como protector del páncreas, estimularía la captación de glucosa por los tejidos e inhibiría una hormona que estimula al hígado a producir glucosa a partir de otros nutrientes. Por consiguiente, son los antioxidantes del café, con y sin cafeína, anteriormente mencionados los responsables de contrarrestar sus efectos nocivos sobre la tolerancia a la glucosa”, detalló la experta.

Evelyn Muñoz, además, destacó que existe una relación inversa entre el consumo de café y el riesgo de daño hepático, como la cirrosis y la muerte ocasionada por ella en bebedores de alcohol. Los antioxidantes presentes en el café contribuyen a esta prevención, dijo.