El gobierno boliviano afirmó este domingo que no reconoce la competencia de la justicia de Chile para procesar a los tres soldados detenidos por ingresar ilegalmente a territorio chileno, demandando su inmediata liberación, en un incidente que elevó los roces verbales bilaterales en las últimas semanas.

“El gobierno boliviano no reconoce la competencia de un tribunal chileno, este incidente debe resolverse por la vía diplomática en aplicación de las normas del derecho internacional”, afirmó el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, entrevistado por la red de medios gubernamentales.

Dijo, en nombre del gobierno de La Paz, que Chile “debe disponer la libertad irrestricta de nuestros tres soldados”, quienes fueron detenidos el pasado 25 de enero, cuando -según Bolivia- perseguían a contrabandistas de automóviles de segunda mano, quienes intentaban ingresar a Bolivia sus automotores desde Chile.

Los uniformados -dice el gobierno de Bolivia- se internaron en Chile sin percatarse de que estaban en otro país, aunque Santiago indicó que el lugar del incidente está claramente delimitado.

Los tres jóvenes conscriptos, en servicio militar obligatorio, declararon el viernes ante la Fiscalía de la ciudad de Iquique, a 1.900 km al norte de Santiago, que investiga el hecho, y el lunes 25 de febrero deben presentarse en una audiencia judicial que cerrará las indagaciones y que también evaluará si continúan en prisión.

El ministro Saavedra también aseguró que el Poder Ejecutivo tiene información de que una comisión de la Cruz Roja Internacional visitó a los tres uniformados en el penal de Alto Hospicio, e hizo conocer a La Moneda, “sus observaciones respecto a las condiciones en que están los tres soldados”.

Acotó que “eso significa que las autoridades chilenas de alguna u otra manera estarían violando los derechos humanos” de los militares.

El presidente boliviano, Evo Morales, calificó de “rehenes políticos” a los uniformados, mientras que su par chileno, Sebastián Piñera, le pidió decir la verdad sobre los hechos.

Ambos países carecen de relaciones diplomáticas desde 1978, casi un siglo después de enfrentarse en una guerra, cuando Bolivia perdió 400 km de costa y su única salida al mar.