Cincuenta y seis personas murieron este domingo en actos violentos en Siria, la mitad civiles, anunció el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) en un comunicado.

La violencia causó 28 muertos civiles: 23 en la región de Homs (centro), dos en Daraya (suburbio de Damasco) y tres en la región de Idleb (noroeste). Además perdieron la vida 28 soldados del ejército regular: 14 en la región de Idleb, 7 en Hula (área de Homs), 3 en Zabadani (cerca de Damasco) y 4 en Deraa (sur), según el OSDH, radicado en el Reino Unido.

Según la entidad cinco niños figuran entre las víctimas.

Ante la persistencia de la violencia, el veto sino-ruso del sábado en el Consejo de Seguridad de la ONU a una resolución de condena a la represión en Siria provocó la indignación en el mundo árabe, en las potencias occidentales y en el seno de la oposición siria.

El sábado 48 personas murieron, la mitad civiles, además de los 230 muertos la noche del viernes al sábado en un bombardeo en la ciudad de Homs, según el OSDH. El régimen desmintió este bombardeo y acusó a la oposición de haber incitado un “ataque terrorista” para influir en el voto en la ONU.

No es posible obtener confirmación de estas informaciones a través de una fuente independiente debido a las restricciones de movimiento impuestas por las autoridades sirias a la prensa extranjera.