La exploración en profundidad de los restos del “Concordia” se reanudó este sábado al amanecer, una semana después del naufragio del crucero que causó al menos 11 muertos, pero la esperanza de localizar a supervivientes es mínima, según los guardacostas.

Tras confirmarse una estabilización del buque, los buzos de la marina militar descendieron de nuevo a unos 20 metros de profundidad para abrir brechas en el casco, a partir de las 3 de la madrugada.

“Hoy buscamos entre los puentes 3 y 4″, indicó a la AFP Cosimo Nicastro, portavoz de los guardacostas, refiriéndose a las labores de localización de los 21 desaparecidos en el naufragio.

“La esperanza de encontrar a alguien con vida en la parte sumergida se ha reducido y la esperanza disminuye a cada día que pasa”, lamentó Nicastro, aunque señaló que los socorristas “continuarán mientras haya un poco de esperanza”.

“Haría falta un milagro. Incluso, aunque se hubiese creado una burbuja de aire cuando el navío zozobró, en tales condiciones, con temperaturas (del agua) muy bajas, la posibilidad de encontrar a alguien con vida se reducen al mínimo”, explicó el portavoz.

Afortunadamente, según Nicastro, las condiciones meteorológicas son mejores de lo previsto, “el mar está en calma por el momento”.

El portavoz estimó también que “es más probable encontrarlos (los cadáveres) en el interior del barco que en el mar”.

Paralelamente a la búsqueda de los desaparecidos, se ultiman los preparativos para el bombeo de las 2.400 toneladas de combustible que transportaba el “Concordia” en el momento del accidente, con el fin de evitar un desastre ecológico.