El serbio Novak Djokovic, campeón del Abierto de Australia y que vivió un gran 2011, será el principal rival del español Rafael Nadal, número 2 mundial, y del suizo Roger Federer (N.3), en la edición 2012 del primer Grand Slam del año, que empieza el lunes en Melbourne.

El cuarto del ranking mundial, el británico Andy Murray, intentará por su parte llevarse el primer ‘grande’ de su carrera.

Djokovic busca emular a Federer, que consiguió revalidar su titulo (2006, 2007) en Australia, en una edición 2012 que marca el centenario de un torneo que se le da especialmente bien.

Fue aquí donde despegó su carrera y ganó su primer Grand Slam en 2008 y donde empezó su gran año 2011, que terminó con diez títulos, incluyendo tres ‘grandes’ (Abierto de Australia, Wimbledon y Abierto de Estados Unidos) y como número 1 mundial.

En la edición del año pasado “Djoko” fue casi invencible y sólo perdió un set en los 15 días del torneo. Tras su victoria en Melbourne sumó otros seis títulos y logró una racha de 41 victorias consecutivas, que rompió Roger Federer en la semifinal de Roland Garros.

“Uno de los momentos fuertes del año que termina tuvo lugar aquí, en Australia. Jugué increíblemente bien, en particular en las últimas rondas”, recordó el serbio de 24 años.

Sin embargo el final de la temporada estuvo lastrada por las lesiones, de las que ya está recuperado, pero que le impidieron disputar torneos de preparación.

“Jugué mucho en 2011 y no consideraba necesario estar en plena forma la primera semana de la temporada”, explicó.

Djokovic tendrá un recorrido en principio sin grandes dificultades hasta octavos de final, donde podría cruzarse con el joven canadiense Milos Raonic.

El español David Ferrer y Murray serán sus adversarios probables en cuartos y en la semifinal, antes de una final posible contra Nadal o Federer, que intentarán recuperar la supremacía en el tenis mundial.

Ni el español ni el suizo están dispuestos a dejar a Djokovic en la cima del ránking. Federer, el único que le opuso resistencia en 2011, parece ser su principal rival.

El suizo, ganador cuatro veces del Abierto australiano (2004, 2006, 2007 y 2010), terminó la temporada en plena forma, con victorias en Basilea, París-Bercy y en el Masters de Londres, y lleva una racha de 20 victorias seguidas (no se contabiliza su baja antes de las semifinales del torneo de Doha, la semana pasada por lesión).

Federer volvió a entrenarse esta semana con normalidad y debería estar en condiciones de conseguir el que sería su título número 17 de Grand Slam, después de un 2011 relativamente ‘flojo’, en el que no ganó ningún ‘grande’ por primera vez desde 2002.

“Hoy (sábado) fue el primer entrenamiento en el que pude jugar al 100%”, declaró Federer en una rueda de prensa. “Ayer (viernes) también me sentía bien. Jugué a fondo, pero había un pequeño temor. Hoy, desapareció y siento haber vuelto a la normalidad”, afirmó.

Nadal, por su parte, llega a Melbourne con dudas sobre su forma física. El manacorí casi no pudo entrenarse durante la pausa de fin de año a causa de dolores en la espalda y su participación en Doha, donde perdió en semifinal contra el francés Gael Monfils, no fue brillante.

Nadal, que decidió jugar con una raqueta tres gramos más pesada para hacer evolucionar su juego, llega a Melbourne como el más débil de los favoritos en un torneo que ganó en 2009 pero en el que sólo en otra ocasión había logrado superar los cuartos de final (en 2008).

Murray, el número 4 mundial, se presenta con el objetivo de ganar su primer ‘grande’ tras haber caído en la final de Melbourne en los dos últimos años, y cuenta para ello con un nuevo entrenador de prestigio, Ivan Lendl.