China dio en la noche del miércoles un nuevo paso para convertirse en una gran potencia espacial al lograr efectuar el primer acoplamiento entre dos naves no tripuladas, etapa crucial hacia la construcción de una estación espacial china, prevista para 2020.

Shenzhou (“nave divina”) VIII se acopló al módulo experimental Tiangong-1, a una velocidad de 28.000 km/h, a una altitud de 343 km sobre la superficie de la Tierra, según el Centro Aeroespacial de Control de Vuelo en Pekín, citado por la agencia China Nueva.

Shenzhou VIII, que servirá de módulo de entrenamiento para las citas espaciales, fue propulsada al espacio el martes a las 05H58 (21H58 GMT del lunes) desde la base de Jiuquan (noroeste), en el desierto de Gobi, dijo Nueva China.

El Shenzhou VIII y Tiangong-1 (“Espacio celestial-1″), un módulo de prueba lanzado el 29 de septiembre pasado, permanecerán acoplados durante 12 días, antes de separarse para unirse de nuevo en una fecha que no ha sido definida aún, dijo Wu Ping, portavoz del Programa chino de vuelos tripulados, citado el martes por China Nueva.

Los dirigentes chinos, entre ellos el primer ministro Wen Jiabao, asistieron a la transmisión de la operación desde el centro de control de Pekín.

“Esto va a permitir a China seguir la exploración del espacio a una mayor escala”, declaró el responsable de los vuelos tripulados, Zhu Jianping.

La habilidad en el acoplamiento era fundamental para el éxito de los planes chinos de construir una estación espacial donde astronautas puedan vivir durante varios meses.

China ve su programa espacial como un símbolo de su estatura global, sus crecientes conocimientos técnicos y también como una expresión del éxito del Partido Comunista en cambiar la suerte de una nación otrora marcada por la pobreza.

El gigante asiático comenzó sus vuelos tripulados en 1990 después de comprar tecnología rusa, y en 2003 se convirtió en el tercer país en enviar seres humanos al espacio, después de la ex Unión Soviética y Estados Unidos. En 2008, el Shenzhou VII, conducido por tres astronautas, realizó la primera caminata espacial china.

El periódico chino en lengua inglesa Global Times admitió que los beneficios de las inversiones de China en tecnología espacial aún no estaban claros, pero que el país “no tenía más opción” que continuar con su programa.

“Mientras estemos decididos a elevarnos en el mundo, deberemos correr riesgos. De lo contrario, China será una nación con prosperidad pero subordinada a otros poderes”, apuntó el diario en su editorial este martes.

En el Shenzhou VIII, fueron embarcados dos maniquíes para enviar falsas señales de vida producidas por una máquina sobre su respiración, su temperatura corporal o su presión arterial, con el fin de probar la transmisión de datos hacia la tierra, informó el diario Noticias de Pekín.

Shenzhou VIII efectuará durante sus estadía espacial 17 experimentos diferentes en el ámbito de las ciencias de la vida y de la microgravedad dirigidas por investigadores chinos y alemanes.

“Es la primera vez que una cooperación internacional se lleva a cabo en el marco del programa de vuelo habitado chino en materia de ciencias de la vida en el espacio”, señaló la portavoz del programa espacial, Wu Ping.

“Alemania practica experimentos en microgravedad de manera regular y tiene una competencia particular en ese campo”, explicó a la AFP Isabelle Sourbes-Verger, especialista del programa espacial chino en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS).

En 2012, China deberá lanzar las naves Shenzhou IX y Shenzhou X, una de ellas tripulada. Dos mujeres forman parte de los astronautas que se entrenan para esta misión, según la agencia, y serían las primeras chinas en volar al espacio.