Centenares de indígenas comenzaron este domingo su ascenso a pie a los Andes bolivianos, en una protesta que empezó a mediados de agosto en la Amazonia, contra una carretera que impulsa el presidente Evo Morales y que atraviesa un parque ecológico, informó uno de sus líderes.

Los nativos caminaron este domingo 31 km, desde el poblado de Caranavi hasta el villorio de Chojña y se quedaron a 129 km de la sede de gobierno, dijo a la AFP por teléfono el principal dirigente de los nativos, Adolfo Chávez, que comanda la marcha.

“Hemos caminado este domingo desde las 3 de la madrugada, desde Caranavi hasta Chojña, hemos caminado 31 kilómetros”, aseguró Chávez, aunque no precisó cuándo llegarán a La Paz.

Varios medios de prensa han estimado por separado que los aborígenes estarían en la sede de gobierno entre el viernes y el domingo, aunque todavía les falta el trecho más duro: cruzar la Cordillera Oriental de los Andes, por rutas de carretera a 4.600 metros de altitud.

Caranavi está a 600 m de altitud y es el punto de entrada a los Andes de la caminata que empezó el 15 de agosto en el poblado de Trinidad, en la Amazonia, a 600 km al noreste de La Paz. La capital está a 3.600 m sobre el nivel del mar.

El gobierno intentó vanamente el 25 de septiembre desbaratar la marcha con el uso de unos 400 policías, dejando unos 70 heridos, según conteo del Ministerio Público, lo que originó fuertes protestas dentro y fuera del país. Los marchistas, días después, se rearticularon y reiniciaron su protesta.

Los nativos rechazan una carretera de 300 km que el presidente indígena pretende construir con un crédito de Brasil en el territorio nativo TIPNIS, en el centro del país, rico en flora y fauna y donde habitan varios pueblos ancestrales.

“Hemos reiterado nuestra exigencia al poder Ejecutivo de que se suspenda de manera indefinida la construcción de la carretera”, a pesar de que Bolivia contrató un crédito de Brasil de 332 millones de dólares para la obra, a cargo de la firma privada brasileña OAS Ltda, dijo Chávez.

El arribo de los marchistas se producirá en vísperas de unas inéditas elecciones para designar por voto popular a las nuevas autoridades del Poder Judicial, un proceso que el oficialismo ha apoyado de manera clara, aunque ha negado tener candidatos propios para ser jueces.

De manera paralela, el oficialismo y sindicatos campesinos leales de cocaleros y aymaras comenzaron el viernes una marcha por otra carretera desde los Andes hasta La Paz, en apoyo al presidente Morales y para un cierre de campaña el miércoles 12 a favor de los comicios judiciales.

“La marcha es para defender el proceso de cambio”, afirmó el dirigente campesino Siméon Jaliri, aludiendo a la política conducida por Morales, un indígena de tendencia izquierdista.

“El 12 de octubre será una concentración masiva en defensa y por la reconducción del proceso de cambio, donde se dará el nuevo lineamiento del proceso de cambio, asimismo expresaremos el respaldo total al presidente Evo Morales”, señaló.

El gobierno ha negado que la marcha busque el propósito de generar en La Paz un enfrentamiento entre nativos amazónicos y campesinos leales a Morales.