Congresistas republicanos y demócratas y el presidente Barack Obama se acercan a un acuerdo para aumentar el tope legal de endeudamiento estadounidense este domingo, a dos días de que el país caiga en un cese de pagos con consecuencias para su economía y la del resto del mundo.

El jefe de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, afirmó que el Congreso estaba “muy cerca” de un acuerdo. “Estamos muy cerca de un acuerdo, tuvimos ayer (sábado) una excelente jornada”, señaló McConnell, subrayando que pensaba convencer a sus compañeros del Senado -dominado por los demócratas- para que sumaran su apoyo.

El líder demócrata del Senado, Harry Reid, también mostró optimismo. “Somos cautamente optimistas. Siguen habiendo temas por resolver, y hay que tener claro que no se ha llegado a un acuerdo. Somos optimistas de que se puede lograr pero aún no lo hemos hecho”, afirmó.

El senador McConnell no dio detalles sobre el texto en vías de ser negociado, pero indicó que se llevaría a 3 billones de dólares la reducción de gastos en los próximos 10 años, y que no prevé ningún alza de impuestos.

Cualquier acuerdo deberá salvar la brecha entre el Senado, donde los demócratas son mayoría, y la cámara baja, donde ganan los republicanos y legisladores cercanos al grupo conservador “Tea Party” exigen un draconiano recorte de gastos.

El Senado votó este domingo en contra de terminar el debate de una propuesta impulsada por Reid, que por tanto sigue sobre la mesa y podría ser usada como vehículo para lograr un acuerdo.

Reid dijo que un nuevo marco de acuerdo subiría el límite de la deuda para cubrirse hasta después de las elecciones de noviembre de 2012, en las que Obama buscará la reelección. Este es uno de los puntos clave para la Casa Blanca.

A su vez, un consejero de Obama dijo que la jornada del domingo era “crucial” para aumentar el tope legal de endeudamiento, actualmente en 14,3 billones de dólares, antes de la medianoche del martes al miércoles y evitar el cese de pagos.

“El reloj corre”, advirtió el consejero David Plouffe en la cadena NBC.

Según el consejero presidencial, el acuerdo sobre el cual trabajan la Casa Blanca y los dirigentes de los dos partidos permitiría un aumento inmediato del techo de la deuda y se agregaría a ello el compromiso de reducir en un billón de dólares los gastos del presupuesto.

Se crearía luego una comisión cuya tarea sería la de identificar otros puntos que podrían ser sometidos a reducciones de gastos antes del fin de año.

Mientras, la directora general del FMI, Christine Lagarde, afirmó a CNN que “el mundo mira a Estados Unidos con aprensión, ansiedad e inquietud, pero también con esperanza”.

Estados Unidos alcanzó su límite legal de deuda de 14,3 billones de dólares (es decir casi el 100% del PIB) el 16 de mayo, y ha utilizado gastos y ajustes de contabilidad para continuar operando, pero sólo podrá hacerlo hasta el martes próximo.

Si antes del 2 de agosto no se envía a la Casa Blanca un proyecto de ley para elevar ese límite máximo, la primera economía del mundo perderá su capacidad de endeudarse. Si no puede seguir endeudándose, el gobierno agotará sus reservas de dinero y no podrá pagar sus cuentas, explicaron analistas.