El presidente estadounidense, Barack Obama, incluyó en su presupuesto para 2011 un plan de 250 millones de dólares para adquirir y acondicionar una prisión de Illinois (norte), con el fin de trasladar allí a algunos detenidos de Guantánamo.

La penitenciaria de Thomson deberá ser transformada en prisión de alta seguridad para acoger a los detenidos que serán transferidos a tribunales militares de excepción, y reducir así a menos de cien los presos que están en un limbo jurídico.

La prisión de Guantánamo, situada en una base naval estadounidense en Cuba, acoge actualmente a 192 presos.

El responsable del presupuesto de Obama, Peter Orszag, dijo a la prensa que “más de 250 millones de dólares” son necesarios para la compra de esta prisión, así como de otros fondos para su adecuación.

Orszag añadió que el gobierno federal necesita esta prisión, sin importar lo que ocurra con Guantánamo, para descongestionar el sistema penitenciario.

De esa forma aludió a la oposición de varios legisladores frente al traslado de prisioneros de Guantánamo a suelo estadounidense para un fin distinto a su juzgamiento.

La adquisición de Thomson “está justificada incluso si no existieran traslados desde Guantánamo, porque el Buró Federal de prisiones necesita más celdas”, afirmó.