Monsanto busca instalarse en México durante 2016, para ello está impulsando a que el gobierno incluya en su reforma agraria, el uso de semillas genéticamente modificadas .

El director de Monsanto para América Latina, Manuel Bravo, declaró a El País, que una vez que resuelvan los problemas en tribunales, se abocarán a impulsar el tema en la agenda actual que maneja el Ejecutivo.

“El Gobierno ha sido muy claro de lo importante de estas tecnologías en el campo”, señaló al medio hispano.

La administración de Peña Nieto tiene como una de sus principales reformas, la modificación a la legislación agraria en ese país, que permita su modernización. Una promesa que data de 2014 y que aún no ha sido llevada a cabo.

Uno de los escollos de Monsanto en México, es el alto grado de rechazo que tiene la empresa y sus productos entre la ciudadanía.

Un estudio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía estimó que el 73,9% de la población azteca está en contra del uso de semillas transgénicas.

El otro problema para Monsanto, es la Suprema Corte de México, porque rechazó el permiso que les entregó el gobierno central para la comercialización de semillas de soja, ordenando paralizar la siembre de más de 250 mil hectáreas.