Ser padre no es una tarea fácil, sin embargo, esos momentos cuando los niños los sorprenden es cuando más orgullo despiertan en ellos.

Así lo vive Mel Watts, una madre australiana, quien compartió una carta de su hija de ocho años a una compañera de clases que la llamó “gorda”, luego que misma sufriera bullying por su peso.

En ella, la enfrenta y le explica con argumentos y de manera civilizada porque no es correcto hacer eso, y cómo la hace sentir.

“Si le alguien te dijo que estabas gorda, ¿por qué me lo dices a mí? No me gusta. Es como hacerle bullying a alguien. Siento no merezco ser tratada así”, escribió la pequeña Ivie.

“Este es mi cuerpo y amo quien soy y nunca lo cambiaré y no me importa lo que otras personas o tú piensen de mí. Sé que mi mami y mi papi y mi familia me aman”, sentenció.

Soy hermosa y no me importa cuanto pese. Así que por favor detente. No me gusta”, cerró.

Hace algunos días, su orgullosa madre compartió la imagen de la carta en redes. “En muchos momentos me ha preocupado que mi estilo de crianza no funcione, algunos de mis hijos son más difíciles de criar que otros, algunos son más sensibles y algunos son mucho más fuertes en ciertos aspectos”, comenzó.

“Esta es una carta que escribió Ivie a una amiga que usó un nombre poco amable para describirla. Si bien no fue de forma malintencionada, creo que fue más una conversación, fue la única palabra se le quedó grabada. La hizo sentir incómoda, pararse en una balanza en casa y cuestionar la forma de su cuerpo”, explicó Mel.

“La otra niña involucrada tiene una personalidad diferente a Ivie, un poco más fuerte y tiene un sentido del humor diferente al sensible de Ivie. Ambas son niñas, y ambas están aprendiendo su camino en el mundo”, añadió.

La mujer agregó que estaba más que orgullosa de leer a su hija cuando le explicaba que amaba quién era y a su cuerpo. “He terminado. He dominado la paternidad y todo lo demás será fácil, ¿verdad?”, bromeó.

“Siempre les he enseñado a mis hijos a amar sus cuerpos, es su único cuerpo y su única oportunidad de vivir una vida hermosa. Les digo que deben respetarlo y que su cuerpo se merece el respeto”, afirmó.

“Estoy muy orgulloso de Ivie (8) por defender su cuerpo y sus sentimientos. También estoy muy feliz de que la otra chica reconociera que los sentimientos de Ivie estaban heridos; ya volvieron a ser amigas”, comentó.

“Todavía está aprendiendo a escribir y estoy muy orgulloso de lo lejos que ha llegado este año”, cerró.

Por supuesto la carta de la pequeña se volvió viral y muchas otras mamás alabaron la madurez con que abordó la situación.