En la década del 2010 cuando la selección chilena de fútbol disputaba el Mundial de Sudáfrica con Brasil, Facebook era la red social favorita de los jóvenes y Waka Waka de Shakira sonaba en las radios, un fenómeno cultural se tomaba las calles: los flashmob. Una forma de expresión que si bien ha sido olvidada con el tiempo, volvió a tener atención gracias a una intervención artística realizada en Quilicura
Por redes sociales se hizo viral el momento donde ocho cantantes líricos dirigidos por la licenciada en actuación Fabiola Matte, sorprendieron a los vecinos del sector el pasado 7 de enero.
En los puestos de frutas y verduras un supuesto vendedor con polera de la Selección Chilena comenzó a interpretar “La Traviata” de Giuseppe Verdi. Al unisono, vendedores de fruta, compradores y transeúntes, que también eran parte de la intervención, se le unieron.
Un flashmob realizado en el marco de las actividades de Quilicura Teatro Juan Radrigán 2025, organizado por la municipalidad de dicha comuna.
“Para que la cultura llegue a más espacios públicos que nos pertenecen a todos. Muchas gracias vecinos y vecinas por acompañarnos”, así se despidieron los cantantes después de cautivar la atención de más de un vecino que se encontraba comprando en la feria.
¿Qué es un flashmob?
En su traducción al español significa “acción relámpago”, es un tipo de intervención artística callejera que busca sorprender a los transeúntes con una presentación en vivo dando la ilusión de que fue totalmente espontáneo.
Espectáculos que tuvieron gran auge en distintas partes del mundo a finales de la década del 2000 y que, sin dudas, fue una tendencia que se tomó las calles de Chile, esto gracias a la masificación de redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram.
Es por eso que más de una de estas intervenciones callejeras quedaron guardadas en la memoria de los chilenos, como por ejemplo, la coreografía masiva al ritmo de Beat It de Michael Jackson que convocó a cientos de jóvenes en el Paseo Ahumada de Santiago un 12 de junio de 2009.
A pesar de su fama en generaciones jóvenes de la época, este tipo de expresión pública perdió su auge debido a que las redes sociales se encargaron de ofrecer esta misma oportunidad pero de manera online.