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En Estados Unidos, específicamente en Nevada, se encuentra la micronación de Molossia, conocida como la "República de Molossia". Fundada en 1977, Molossia se rige bajo su propia ley, con Kevin Baugh como líder autoproclamado. Baugh, junto a su esposa, gobiernan esta nación de 40 habitantes, que viven bajo leyes peculiares y celebran festividades propias. Molossia tiene su propia moneda, el Valora, vinculado al valor de las galletas Pillsbury. A pesar de ser una dictadura, Baugh asegura que Molossia no ha tenido conflictos con el gobierno de EE. UU. y recibe turistas bajo ciertas restricciones como la prohibición de armas y ciertos objetos. Molossia, una micronación única que vive en su propia realidad paralela, invita a visitantes a conocer su singular forma de vida entre los meses de abril y octubre.
Cualquier pensaría que la existencia de un país, aunque fuera en miniatura, sería imposible que existiera en el interior de Estados Unidos, sin embargo, la verdad es que sí existe uno y se llama Molossia.
Esta mininación se erige en el estado de Nevada y se reconoce como la “República de Molossia”.
Formada como “mininación”, se fundó el 26 de mayo de 1977, claro que en ese momento llevó el nombre de la Gran República de Vuldstein y se ubicó cerca de Portland. Aquí, James Spielman fue declarado Rey Jaime I, y Kevin Baugh fue declarado Primer Ministro.
Desde ese momento, varios nombres, reyes, primeros ministros y sistemas de gobierno pasaron por las tierras de Molossia, hasta que en 1998, con su llegada al estado de Nevada en Estados Unidos, comenzaron a asentarse las bases de una nación.
Actualmente, viven bajo su propia ley, sin que nadie los moleste, pero con la convicción de no molestar a nadie y Kevin Baugh sigue al mando, con su particular estilo de dictador.
Sin duda Molossia es una mini nación que aún no es reconocida como país, vive en una realidad absolutamente paralela, con sus guerras y leyes propias, fuera de cualquier norma convencional.
Molossia: una micronación en Estados Unidos
Para entender por qué Molossia es una micronación hay que entender qué son estas. Según explica BBC, “es un estado autoproclamado soberano que carece de una base legal para su existencia. Como consecuencia, las micronaciones no son reconocidas por los estados nacionales establecidos, pero eso no les impide asumir la ceremonia, la pompa e incluso las estructuras de gobierno de estos”.
Es por eso que Molossia vive con sus propias leyes, moneda y sistema de gobierno para las 40 personas, donde todos son familiares de Kevin Baugh, el “dictador” autoproclamado.
“Molossia es una dictadura y yo soy el único gobernante y el gobierno completo de nuestra nación. Tomo todas las decisiones que afectan a la nación, con el asesoramiento de mi esposa, la Primera Dama”, señaló Baugh sobre su forma de trabajo a InfobaeClaro.
La micronación se ubica en una zona de Nevada, donde erigió construcciones que le costaron aproximadamente 10 mil dólares, todo con un solo objetivo, llamar la atención.
Según cuenta Infobae, “Molossia en particular es más bien una broma, una burla a otras naciones dictatoriales que le sirve a la familia Baugh para sacarle provecho a los turistas que se ven atraídos por conocer su funcionamiento”.
Las fechas preferidas de los turistas son las fiestas patrias, el Día del Fundador, el Día del Emperador Norton, el Día del Tío, el Día de Boulder, el Día de las Galletas con Chispas de Chocolate.
Una forma de vivir distinta
Parece que todo fuera una broma, pero la realidad es que Molossia vive bajo sus propias reglas.
Además de celebrar los días que, seguramente, no comparte con ningún otro país, la micronación vive bajo estrictas leyes que prohíben específicamente realizar algunas acciones o tener algunas cosas.
Por ejemplo, la espinaca, el tabaco, tocar el tambor dentro del baño, las morsas y los bagres (peces).
Esto último llama particularmente la atención, pero la respuesta para su dictador, Kevin Baugh es muy simple, “Se prohíbe el bagre porque nosotros íbamos a aparecer en una revista, pero en lugar de nuestra nota optaron por publicar un artículo sobre unos tipos que pescaron bagres con sus manos”.
Según cuentan en su web oficial, viven bajo su propia moneda, el Valora, que está directamente vinculado al valor de la masa de galletas con chispas de chocolate Pillsbury.
La equivalencia de 1 valora es 1 dólares, es decir, 925 pesos chilenos al valor actual. Pero para entender su peso hay que considerar que un tubo de galletas Pillsbury equivale a 5 Valora, es decir, 5 dólares que en pesos chilenos, sería poco más de 4.500 pesos, sin duda unas galletas bastante caras.
Un dictador muy particular
Kevin Baugh se califica a sí mismo como un “dictador” en Molossia y es su primera autoridad junto a su esposa, la primera Dama, Madame Adrianne Baugh.
Baugh cultiva el “look” de dictador, usando uniforme militar con una banda de los colores de la bandera de Molossia, medallas de condecoración de su pueblo, gorra y lentes oscuros.
Es él quien propone e impone todas las leyes de Molossia porque básicamente es la única autoridad de la zona junto a su esposa, quien es su asesora principal, pero también la única que sigue su lógica de dictador.
Pese a ser un dictador, señaló que “Nunca hemos tenido problemas con el estado de Nevada ni con el gobierno de los Estados Unidos. Ellos tienden a ignorarnos y nosotros a ellos. Molossia se fundó a partir del deseo de tener nuestra propia nación y todos los días exploramos qué es lo que hace a un país y qué podemos hacer con la idea de tener nuestra propia nación”, confesó.
Visita Molossia, pero sólo de abril a octubre.
Molossia es sin duda un lugar particular, con leyes que realmente sob absurdas y ridículas, sin embargo, todo esto les ha dado un gran beneficio, que muchos quieren conocer Molossia.
Y, por supuesto, que el gobierno de Molossia autoriza a que turistas vayan a visitarlos, aunque declaran que no tienen una oficina de turismo y que los visitantes deben encargarse de su hospedaje y transporte.
Además, declaran que si bien con una micronación, para ingresar como persona natural, no necesitas visa, sin embargo, medios de comunicación, incluidos influencers de redes sociales, que deseen visitar, fotografiar y filmar la zona, deben pagar una visa de 100 dólares, es decir, 100 valora.
De todas formas, aclaran que no aceptan ciudadanos nuevos o residentes, por si alguien se entusiasma y quiere vivir ahí.
Tampoco se puede ingresar a la zona con armas de fuego, municiones, explosivos, drogas y tabaco. Además, sus prohibiciones también aplica para los turistas, que tampoco pueden llevar cebollas, morsas, bolsas de plástico para compras o focos incandescentes.
Claro que las visitas se pueden hacer una vez al mes, en horarios definido y sólo de abril a octubre de cada año, con giras que deben ser agendadas previamente.
Sin duda alguna, Molossia es una micronación muy particular, pero vive en su ley, sin molestar a nadie, a menos que se le ocurra llevar un bagre, cebollas y alguna morsa, ahí el dictador, Kevin Bough, podría sacar un ejercito para combatir o quizás, sólo se limite a echarlos de casa.
